Alexandre Guimaraes es el gran responsable de la estrella 14 de América.

El entrenador costarricense fue el gran pilar de América en su camino al título. 

Nunca antes un técnico extranjero había logrado llevar al América de Cali a conseguir un título en primera división. Gabriel Ochoa Uribe (7), Francisco Maturana (1), Jaime de la Pava (3), Luis Augusto ‘Chiqui’ García (1) y Diego Édison Umaña (1) habían sido los timoneles que dieron la vuelta olímpica con los rojos.


La última vez que el cuadro vallecaucano celebró una corona en la Liga fue en diciembre de 2008 y tres años después se fue al descenso por ello los directivos intentaron con varios entrenadores, nacionales y foráneos, algunos de ellos ídolos en su época de jugadores activos como Jorge ‘Polilla’ da Silva. Hernán Torres lo devolvió a la categoría superior, aunque la idea era conseguir otra vez un campeonato de Liga.


Guimaraes en Italia 90 con la Selección de Costa Rica ante Checoslovaquia.

Pero ninguno pudo cumplir la tarea. Después de muchas conjeturas, en reemplazo de Fernando ‘Pecoso’ Castro el 13 de junio de este año se confirmó el nombre de Alexandre Borges Guimaraes –su verdadero nombre–, quien tenía experiencia mundialista con la Selección de Costa Rica, en una apuesta de Tulio Gómez, el máximo accionista escarlata.

Serio, trabajador y respetuoso, Guimaraes contactó a técnicos colombianos amigos como Carlos ‘Piscis’ Restrepo, Luis Augusto García y Francisco Maturana, quienes no solo le dieron información de su nuevo club, sino del fútbol colombiano.

Así pudo detectar que uno de los inconvenientes que tuvieron sus antecesores fue el sector defensivo, que en las diferentes campañas comprometió el futuro de los escarlatas.

Por allí empezó a fortalecerse, tratando de ‘blindar’ al arquero Neto Voli, que volvió del Pasto, pero aparte se contrató a Michael Rangel para sustituir al goleador venezolano Fernando Aristeguieta, que se fue a México, y luego a Duván Vergara y Rafael Carrascal, este último en una decisión que provocó demandas de Rionegro Águilas y Envigado, que finalmente rechazaron la Dimayor y el TAS.

Sin ser un gran conversador, su estilo coloquial caló entre los periodistas caleños, con un lenguaje claro y sencillo que rápidamente entendieron sus dirigidos. El comienzo fue muy positivo, al punto que estuvo muy cerca de asegurar la clasificación a los cuadrangulares con varias fechas de anticipación. 

No obstante, parecía que el equipo hubiera metido el freno de mano, se estancó en un tramo entre la tercera y sexta fecha del ‘todos contra todos’ de la Liga Águila II-2019, se lesionaron hombres importantes como Héctor Quiñones y Luis Alejandro Paz, en un momento difícil que incluso amenazó su continuidad.

Dos empates agónicos en el Pascual Guerrero frente a Patriotas y Rionegro hizo temblar la estantería. No ganaba desde el 3 de agosto, cuando derrotó 0-1 al Junior en el Metropolitano. De ser líder pasó al sexto lugar con 11 puntos, a 2 del noveno, que en ese momento era el Junior. Lo mejor de todo es que ‘Guima’ siempre se vio respaldado por Tulio Gómez y nunca perdió la calma, ni siquiera ante las punzantes preguntas de los periodistas.

Así fue como llegaron los partidos contra Santa Fe (1-2 en El Campín) y Envigado (1-0 en Cali). De esa forma recuperó el liderato, pero lo más importante, nunca salió del grupo de los ocho, terminando segundo y cabeza de serie del cuadrangular B, y ya en dicha instancia salió primero con 12 puntos para alcanzar la gran final ante los ‘tiburones’. 

Sobre el éxito de su planteamiento, señaló que “poco a poco fuimos armando una idea y los jugadores la interpretaron muy bien. Estamos muy extasiados, era el tipo de juego que queríamos hacer para ganar como queríamos, sin ninguna duda, los jugadores hicieron una temporada espectacular, nos merecemos de sobra este campeonato, fuimos primeros en la fase inicial, primeros de nuestro cuadrangular y ahora campeones, eso para América es excelente”.

“Cuando uno ve la respuesta ante todo tipo de situaciones, en ese momento y sobre todo cuando ya fue creciendo más la posibilidad de eso, ellos se mantuvieron muy estables, a uno le va dando mucha confianza de que el objetivo estaba cerca, pero había que rematarlo como se hizo hoy”.

Siempre ha manifestado estar feliz en la capital vallecaucana, por lo que dedicó este título a todos los simpatizantes de América: “Cali hoy no va a dormir, más que merecido, el apoyo de la gente cuando veníamos en el bus, a mí me habían hablado de esto pero solo viviéndolo nos damos cuenta de lo que es”. 

Alexandre Guimaraes
Alexandre Guimaraes es el gran responsable de la estrella 14 de América.

Nunca antes un técnico extranjero había logrado llevar al América de Cali a conseguir un título en primera división. Gabriel Ochoa Uribe (7), Francisco Maturana (1), Jaime de la Pava (3), Luis Augusto ‘Chiqui’ García (1) y Diego Édison Umaña (1) habían sido los timoneles que dieron la vuelta olímpica con los rojos.

La última vez que el cuadro vallecaucano celebró una corona en la Liga fue en diciembre de 2008 y tres años después se fue al descenso por ello los directivos intentaron con varios entrenadores, nacionales y foráneos, algunos de ellos ídolos en su época de jugadores activos como Jorge ‘Polilla’ da Silva. Hernán Torres lo devolvió a la categoría superior, aunque la idea era conseguir otra vez un campeonato de Liga.

Pero ninguno pudo cumplir la tarea. Después de muchas conjeturas, en reemplazo de Fernando ‘Pecoso’ Castro el 13 de junio de este año se confirmó el nombre de Alexandre Borges Guimaraes –su verdadero nombre–, quien tenía experiencia mundialista con la Selección de Costa Rica, en una apuesta de Tulio Gómez, el máximo accionista escarlata.

Serio, trabajador y respetuoso, Guimaraes contactó a técnicos colombianos amigos como Carlos ‘Piscis’ Restrepo, Luis Augusto García y Francisco Maturana, quienes no solo le dieron información de su nuevo club, sino del fútbol colombiano.

Así pudo detectar que uno de los inconvenientes que tuvieron sus antecesores fue el sector defensivo, que en las diferentes campañas comprometió el futuro de los escarlatas.



Por allí empezó a fortalecerse, tratando de ‘blindar’ al arquero Neto Voli, que volvió del Pasto, pero aparte se contrató a Michael Rangel para sustituir al goleador venezolano Fernando Aristeguieta, que se fue a México, y luego a Duván Vergara y Rafael Carrascal, este último en una decisión que provocó demandas de Rionegro Águilas y Envigado, que finalmente rechazaron la Dimayor y el TAS.



Sin ser un gran conversador, su estilo coloquial caló entre los periodistas caleños, con un lenguaje claro y sencillo que rápidamente entendieron sus dirigidos. El comienzo fue muy positivo, al punto que estuvo muy cerca de asegurar la clasificación a los cuadrangulares con varias fechas de anticipación. 

No obstante, parecía que el equipo hubiera metido el freno de mano, se estancó en un tramo entre la tercera y sexta fecha del ‘todos contra todos’ de la Liga Águila II-2019, se lesionaron hombres importantes como Héctor Quiñones y Luis Alejandro Paz, en un momento difícil que incluso amenazó su continuidad.

Dos empates agónicos en el Pascual Guerrero frente a Patriotas y Rionegro hizo temblar la estantería. No ganaba desde el 3 de agosto, cuando derrotó 0-1 al Junior en el Metropolitano. De ser líder pasó al sexto lugar con 11 puntos, a 2 del noveno, que en ese momento era el Junior. Lo mejor de todo es que ‘Guima’ siempre se vio respaldado por Tulio Gómez y nunca perdió la calma, ni siquiera ante las punzantes preguntas de los periodistas.

Así fue como llegaron los partidos contra Santa Fe (1-2 en El Campín) y Envigado (1-0 en Cali). De esa forma recuperó el liderato, pero lo más importante, nunca salió del grupo de los ocho, terminando segundo y cabeza de serie del cuadrangular B, y ya en dicha instancia salió primero con 12 puntos para alcanzar la gran final ante los ‘tiburones’.

Sobre el éxito de su planteamiento, señaló que “poco a poco fuimos armando una idea y los jugadores la interpretaron muy bien. Estamos muy extasiados, era el tipo de juego que queríamos hacer para ganar como queríamos, sin ninguna duda, los jugadores hicieron una temporada espectacular, nos merecemos de sobra este campeonato, fuimos primeros en la fase inicial, primeros de nuestro cuadrangular y ahora campeones, eso para América es excelente”.

“Cuando uno ve la respuesta ante todo tipo de situaciones, en ese momento y sobre todo cuando ya fue creciendo más la posibilidad de eso, ellos se mantuvieron muy estables, a uno le va dando mucha confianza de que el objetivo estaba cerca, pero había que rematarlo como se hizo hoy”.


Siempre ha manifestado estar feliz en la capital vallecaucana, por lo que dedicó este título a todos los simpatizantes de América: “Cali hoy no va a dormir, más que merecido, el apoyo de la gente cuando veníamos en el bus, a mí me habían hablado de esto pero solo viviéndolo nos damos cuenta de lo que es”.

Con la ecuanimidad que lo caracteriza, no quiso individualizar sobre la gran tarde de Neto Volpi, la gran labor de su línea de tres en el mediocampo o la potencia goleadora de Rangel: “Toda la estructura del equipo otra vez funcionó muy bien, algunos jugadores estuvieron muy cuestionados, y estoy muy feliz por ellos”.


Su sencillez quedó ratificada en la rueda de prensa de la final en el hotel de concentración roja, cuando sintió que no le respondió de forma acertada a un joven reportero y lo buscó para ofrecerle disculpas. Sin duda, un gran gesto que habla de su don de gente.

Guimaraes, el arquitecto de la estrella 14 de América de Cali, ya quedó en la rica historia de los ‘diablos’ y los clasificó a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020. Su última participación fue en 2009 con una floja campaña que lo dejó colero del Grupo 4 al conseguir apenas 3 puntos de 18 posibles, ante Sao Paulo, Defensor Sporting y Medellín. 

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