Miles de iraníes opositores se manifestaron en las calles para protestar contra el régimen, luego de que admitió públicamente que sus militares derribaron el avión ucraniano
Al menos dos presentadoras de Radiotelevisión de la República Islámica de Irán (reconocida como IRIB, por sus siglas en inglés) anunciaron su renuncia, en el marco del descrédito que sufre el gobierno de Irán por negar inicialmente su responsabilidad en el desplome del avión ucraniano Boeing 737.
Además, una tercera comunicadora se despidió de su trabajo asegurando que lleva 13 años contando mentiras a la audiencia. “Fue muy difícil para mí creer que nuestra gente ha sido asesinada”, expresó Gelare Jabbari.
El descrédito informativo que se vive en el país orilló a agencias noticiosas a seguir más de cerca las protestas registradas en las calles, para contravenir la situación.
La Asociación de Periodistas Iraníes estableció en un comunicado que el país está acudiendo a la muerte de la confianza pública, lo que dañó la reputación de los medios informativos oficiales.
“Hay poca confianza en el gobierno y la gente quiere más libertad. Las mentiras que dijeron sobre la arremetida contra la aeronave ha hecho que la audiencia pierda la confianza”, admitió Ghanbar Naderi, comentarista del canal estatal Press TV, en conversación con la BBC.
Miles de iraníes opositores se manifestaron en las calles de la capital para protestar contra el régimen, luego de que este admitió públicamente que sus militares habían derribado el avión ucraniano el pasado miércoles 8 de enero, en el que murieron sus 176 ocupantes.
El avión ucraniano fue confundido con un “objetivo hostil” y fue “golpeado” en momentos en que las amenazas enemigas se encontraban “al más alto nivel”, precisó un comunicado del gobierno iraní.
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