La economía global afronta la amenaza más grave desde la crisis, a medida que el coronavirus se propaga
El coronavirus Covid-19 presenta el mayor peligro para la economía mundial desde la crisis financiera, se afirma en las más recientes Perspectivas económicas provisionales (Interim Economic Outlook).
El Covid-19 se propaga desde China a otras regiones, ocasionando sufrimiento humano y agitación económica. Genera problemas de salud y el riesgo de mayores restricciones para el traslado de personas, bienes y servicios, bajas en la actividad comercial y en la confianza de los consumidores, así como desaceleración de la producción.
Las Perspectivas Económicas Intermedias presentan tanto un escenario que aplicaría en el mejor de los casos, en el cual la magnitud del coronavirus se contiene ampliamente, como una perspectiva de “efecto dominó” de contagio más extendido.
En ambos casos, la OCDE hace un llamado a los gobiernos para actuar de manera inmediata y limitar la propagación del coronavirus, proteger a las personas y a los negocios de sus efectos y apuntalar la demanda en la economía.
Aun en el escenario más oprtimista de brotes limitados en países fuera de China, se espera una pronunciada desaceleración del crecimiento mundial en el primer semestre de 2020, a medida que las cadenas de suministro y los productos básicos se ven afectados, el turismo baja y la confianza decae. Se prevé que el crecimiento económico mundial bajará a 2.4% para todo el año, en comparación con un ya débil 2.9 % en 2019. Después se espera que aumente a un moderado 3.3% en 2021.
Las perspectivas de crecimiento de China se han modificado drásticamente a una cifra por debajo de 5% para este año, después del 6.1% alcanzado en 2019.
Pero una tasa mayor de contagio a lo largo de la región Asia-Pacífico y las economías avanzadas —como ha sucedido en China— podría reducir el crecimiento mundial a tan solo 1.5% este año, con lo que la proyección previa de la OCDE para 2020 se reduciría a la mitad en comparación con el mes de noviembre pasado. Las medidas de contención y la pérdida de confianza afectarían la producción y el gasto, y llevarían a la recesión a algunos países, incluidos Japón y los pertenecientes a la zona euro.
Al presentar las Perspectivas Económicas Intermedias en París el día de hoy, la Economista en Jefe de la OCDE Laurence Boone dijo: “El virus amenaza con asestar un nuevo golpe a una economía mundial que ya se había debilitado por tensiones comerciales y políticas. Es preciso que los gobiernos actúen de inmediato para contener la epidemia, sustentar el sistema de atención a la salud, proteger a las personas, apuntalar la demanda y ofrecer un salvavidas financiero a las familias y las empresas que resulten más afectadas”.
En las Perspectivas se afirma que será conveniente utilizar la modalidad de trabajo flexible para conservar los empleos. Los gobiernos tendrán que poner en marcha medidas fiscales y presupuestarias temporales para amortiguar el impacto sobre los sectores más afectados por la desaceleración, como los viajes y el turismo, así como las industrias automovilística y electrónica.
En los países más afectados es necesario proporcionar una liquidez adecuada para permitir que la banca asista a aquellas empresas con problemas de flujo de efectivo mientras permanezcan en vigor las medidas de contención, se añade.
Si la epidemia se propaga de manera amplia, será preciso que las economías del G20 encabecen un marco coordinado a escala internacional para brindar apoyo en atención a la salud, en combinación con estímulos fiscales y monetarios coordinados para reconstruir la confianza, se comenta en el Outlook.
La OCDE es un foro de política global que colabora con más de 100 países y promueve políticas para mejorar el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo.
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