Por: Pablo Muñoz Iturrieta
Se escucha la queja justificada de muchas mujeres al notar que el 8M se ha convertido en un día feminista (radical) para promocionar el aborto, los “derechos reproductivos”, alentar la falta al trabajo (como si no supiésemos el rol esencial que cumple la mujer en nuestra sociedad). Están las más osadas que directamente lo llaman un “día feminazi” y las más correctas que lo llaman un día “femibolche”. Porque el feminismo radical es profundamente marxista y, si no lo sabían, el 8M es de hecho un feriado Bolchevique, creado en una época que abrió la puerta a la sangrienta Unión Soviética. Entonces ¿sorprende que el 8M sea un día de violencia, alaridos y promoción de grandes aberraciones? Para nada. Esas mujeres feministas no hacen más que honrar su sangriento pasado ideológico.
Entonces la pregunta es ¿Podemos celebrar un 8M que tiene un claro contexto comunista? Expliquemos la historia para que usted decida.
Ir en contra del Día Internacional de la Mujer puede sonar a insensatez. ¿Cómo no denunciar las violaciones a la dignidad que sufren muchas mujeres a lo largo del mundo? Pensemos en la supresión de la maternidad en China, el desprecio a la mujer en el mundo islámico, la soledad de tantas mujeres que con gran valentía se hacen cargo de su hogar, los abortos y cesáreas forzadas en la Argentina… y las historias continúan. ¿Cómo no denunciar esto en un día que parece tan apropiado? Y he aquí la trampa, porque detrás de esos trágicos hechos se tapa una verdad que es necesario sacar a la luz: En este día, a lo largo y ancho del planeta, se está conmemorando una celebración comunista, la cual tiene sus raíces en una protesta que terminó dando inicio a la Revolución Bolchevique en Rusia.
La idea de un Día Internacional de la Mujer se concibió por primera vez en una conferencia de mujeres socialistas que se celebró en conjunto con la Segunda Internacional Socialista en 1910. Cabe notar que la Internacional Socialista contaba como miembros a personajes tales como el dictador Lenin, responsable del asesinato de millones…. Durante los próximos siete años, de 1910 a 1917, se realizaron protestas esporádicas en el mes de marzo por grupos de mujeres socialistas y comunistas en toda Europa. Esto quiere decir que no hay nada nuevo en las marchas feministas y marxistas del 8M. No es que “ellas” se hayan apropiado del 8M, sino que el 8M siempre les perteneció.
Muchas personas erróneamente creen que el origen de esta celebración de la mujer es por un incendio en la fábrica de camisas Triangle de Nueva York, el 25 de marzo de 1911, en el cual murieron 23 hombres y 123 mujeres. Pero esto no es así, ya que el Día de la Mujer ya había sido declarado en Estados Unidos en 1909 por el Partido Comunista. Se trató de darle este origen con posteridad para “tapar” su origen marxista, debido a las mas de 100 millones de muertes de regímenes comunistas. ¿Cómo celebrar el Día de la Mujer creado por un sistema que asesinó a millones de mujeres? Totalmente contradictorio.
Para 1917, las protestas de mujeres de grupos socialistas se fijó en una fecha: el 8 de marzo. En esa primera “celebración”, las trabajadoras textiles organizaron una manifestación en Petrogrado que muchos reconocen como el comienzo de la Revolución Bolchevique, la que expandió sus errores por el mundo entero. Es interesante escuchar lo que dijo al respecto León Trotsky, uno de los líderes más sangrientos de la revolución: “No nos imaginábamos que este Día de la Mujer inauguraría la revolución. Se previeron acciones revolucionarias pero sin fecha. Pero en la mañana, a pesar de las órdenes contrarias, los trabajadores textiles dejaron su trabajo en varias fábricas y enviaron delegados para pedir apoyo para la huelga … lo que llevó a una huelga masiva … todos salieron a las calles”. Es decir, el mismo Trotsky afirma que la revolución bolchevique comenzó un 8M, no porque si el terror feminista radical promete violencia y revolución para este día. Fue esa revolución la que llevó a Vladimir Lenin al poder y así comenzó la cadena de eventos que eventualmente llevaron a la masacre de más de 100 millones de personas bajo la bandera del comunismo en la Rusia Soviética. Es decir, el mismo Trosky vio al 8M como el comienzo de la Revolución Comunista, no porque si todos los partidos comunistas y socialistas salen a celebrar por las calles… Cuenten las banderas rojas comunistas y después me dicen…
Obviamente que muchas mujeres celebran inocentemente este día, ignorando las raíces de la celebración y la oscura y sangrienta historia del comunismo. Pero el día aún conserva sus raíces marxistas al alentar a las mujeres a que se consideren una clase opuesta al hombre, en contra del “patriarcado” y el sistema. El patriarcado es un mito, ya lo afirmamos aquí. Pero es verdad que hay mujeres heridas, golpeadas, solas, en situaciones injustas o muy difíciles. La vida no es fácil y, para muchas mujeres, es muy difícil. Es por eso que no debemos permitir que el feminismo radical y el marxismo se aprovechen de esas heridas para sacar partida política. Hay muchos casos en los cuales, por abuso o distintas circunstancias, la relación de la mujer con el hombre ha sido gravemente patologizada, por lo que no puede distinguir claramente entre la autoridad y competencia masculina y el poder tiránico masculino. Cuando su percepción del hombre está desviada, esta mujer (por lo general la feminista radical) no puede diferenciar la verdadera autoridad de la tiranía, ya que todo lo que percibe lo percibe como “hombre opresivo”. Es aquí que salta en cada 8M la esencia marxista de la lucha de clases y de sexos. Es una lucha falsa y de la que no debemos tomar parte en ninguna manera.
No debemos permitir que la imagen de la mujer verdadera sea dictada por mujeres cuyas vidas están cargadas de abuso emocional o negligencia nunca superadas. Porque estas mujeres lamentablemente han internalizado esta disfunción y transfieren sus problemas y patologías a la sociedad. Las feministas radicales odian al hombre y la familia porque les recuerdan su terrible pasado, asociado con la depresión, el abuso y la disfunción. Es decir, las mujeres que caen en el feminismo radical han pasado por terribles situaciones, pero en vez de ayudarlas y levantarlas, el marxismo se ha aprovechado de sus heridas, las ha llenado de resentimiento y odio, las ha proclamado víctimas de un supuesto “patriarcado” y las ha hundido en lo más profundo de la amargura, una amargura que huele a muerte y que busca en la muerte su escapatoria.
¿Celebremos la mujer al estilo feminista radical y marxista del 8M? Nunca. Mejor celebremos la familia, la vida, el niño por nacer, las madres, la mujer con valores y luchemos por devolver la dignidad a tantas mujeres que sufren en este mundo, incluso las feministas radicales, quienes son tal vez las más necesitadas, pero las que lamentablemente más rechazan el amor que nunca tuvieron.
El 8M es una celebración marxista, pero como no hay mal que por bien no venga, rechacemos el marxismo y honremos el ideal de toda mujer verdadera, la que ama sin pretensiones ni intereses, la que se sacrifica por su prole, la que deja su vida en todo lo que hace. Imposible dejar de pensar en las mujeres bíblicas, especialmente en la Madre de Cristo, en mujeres como Edith Stein o la Madre Teresa, en nuestras madres, hermanas, esposas, hijas y aquellas mujeres que no tienen a nadie, pero que valientemente se esfuerzan en ser lo mejor que pueden ser. ¡Feliz día!
NOTA: Muchos otros creen que el origen de este día fue una huelga de trabajo hecha por mujeres que trabajaban en fábricas textiles en 1857 en los Estados Unidos. Sin embargo ya ha sido probado que esto no es más que un mito, conocido en ámbitos académicos como “la leyenda de 1857”. Según la leyenda, las mujeres se reunieron espontáneamente para protestar el bajo salario y las 12 horas de trabajo y fueron dispersadas brutalmente por la policía. Ya está demostrado que ese día NUNCA existió, sino que fue creado en 1955 para separar el día de la mujer de sus orígenes comunistas. Porque en USA, ¿cómo celebrar un día marxista en plena Guerra Fría? Es por eso que se eligió el año 1857 como un tributo a Clara Zetkin, una marxista alemana y luchadora de los derechos de la mujer, quien había nacido ese año… Y así fue que el mito, de tanto repetirlo, se volvió “realidad”.[1] Y así fue que la ONU decreta “la década de la mujer” entre 1975 y 1985 y finalmente la UNESCO toma el mito de las mujeres quemadas vivas para declarar el 8 de Marzo como día de la mujer en 1977. El poder del mito y las leyendas…
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