El Salvador: Pandillas amenazan a quien incumpla la cuarentena

Las principales pandillas salvadoreñas han reaccionado a la emergencia nacional por el coronavirus con una amenaza.

Al miedo que ya genera el expansivo contagio de la enfermedad y a la incertidumbre sobre las medidas paliativas tomadas por el gobierno, se suma ahora el aviso de estas organizaciones criminales: han decidido imponer por la fuerza un “toque de queda”, como ellas mismas lo han llamado, a las comunidades que viven bajo su control.

Toda persona que incumpla las disposiciones de la cuarentena será castigada en los barrios dónde las pandillas imponen su ley a pesar de las políticas de seguridad gubernamentales. 

El estado de excepción que se decretó hace más de dos semanas en todo el país también ha trastocado su principal fuente de financiamiento: la extorsión.

Las dos facciones del Barrio 18 –Sureños y Revolucionarios– han acordado dejar de exigir dinero a buena parte de los comerciantes informales que operan en sus zonas de control, mientras que la Mara Salvatrucha-13 mantiene el cobro ilegal de dinero, conocido como “renta”, a pesar de que fuentes de esa pandilla reconocen que a causa de la cuarentena obligatoria y el cierre de la mayoría de comercios les está siendo muy difícil recogerlo.

El medio digital «El Faro» de El Salvador, habló con líderes nacionales de la MS-13, de la facción Sureños del Barrio 18 y dos pandilleros de la facción Revolucionarios, así como con transportistas, vendedores informales y un comisionado policial y obtuvo mensajes de voz enviados por las diferentes pandillas a sus estructuras en los territorios que controlan.

En esos mensajes, las pandillas amenazan a cualquier vecino que circule en la calle por una razón distinta a ir a comprar alimentos a “vérselas directamente con nosotros”.

Según un “ranflero” (líder nacional) de la Mara Salvatrucha-13, su organización decidió este lunes 30 de marzo imponer la prohibición de permanecer en espacios públicos, bajo amenaza de recibir una golpiza o ser asesinados por los pandilleros. Su decisión contempla que se establecerán horarios para que las tiendas al interior de las comunidades puedan vender y que sólo se le permitirá a un miembro de cada familia realizar las compras.

Las dos facciones del Barrio 18 han decidido imponer las mismas medidas. La decisión, dijo un miembro de esta otra pandilla, está aún difundiéndose a los habitantes de las zonas bajo su dominio. Los pandilleros que hablaron con este periódico aseguraron que esta imposición implicó una coordinación entre las tres estructuras delictivas y que su aplicación será a nivel nacional.

Pese a la reducción de homicidios que El Salvador ha experimentado en el último año, las pandillas conservan intacto su enorme control territorial y social, basado en el terror de los habitantes de las comunidades empobrecidas del país, donde estos grupos cobran mayor poder y cometen la mayoría de sus crímenes, a entrar en confrontación con ellos. 

“Es una decisión de Barrio, o sea de toda la pandilla, es general. Todos los corredores y palabreros (líderes locales) ya lo saben. En algunos lugares ya se están aplicando las medidas, a algunos cuerudos ya se les tuvo que pegar un coscorrón”, aseguró un líder de la MS-13, al que su organización ha otorgado la posibilidad de hablar en nombre de toda la estructura. 

“Lo que se les ha dicho (a los palabreros) es que concientizaran a su gente de buena manera primeramente y, si no entienden por las buenas, hay que ponerles la foto. El salvadoreño se caracteriza por entender a las malas. Cada clica sabe que primero se les dice a las buenas y luego ya no van a ser palabras las que se van a usar”, amenazó el emeese.

 Los miembros de las tres estructuras delictivas aseguraron a El Faro que la decisión es en pro de apoyar las medidas tomadas por el gobierno. Su porqué, sin embargo, es distinto. Uno argumentó que estaban convencidos de que si la epidemia de coronavirus desata en El Salvador su peor escenario, ningún hospital destinará un respirador para un pandillero. Teme que se les niegue atención médica. Otro explicó que es porque no quieren aumentar la presencia policial en sus barrios debido a gente que incumpla la cuarentena. 

El representante de la MS-13 aseguró que cada organización establecerá horarios para que un miembro de cada familia pueda salir a realizar compras de alimentos. “Después de las seis de la tarde no queremos ver a nadie, a nadie en las calles”, dijo.“Se ha estipulado hacer una prueba.

Este líder de la MS-13 fue enfático al asegurar que esta es una decisión consensuada con las otras dos estructuras rivales: “Hemos coordinado. Los revolucionarios fueron los primeros que accionaron. Ellos lo hicieron con la amenaza no indicada, porque dijeron que van a comenzar a matar gente.

Nosotros lo que vamos a hacer es darles verga, pero nadie quiere regresar verguiado a su casa”, dijo. Un vocero de la facción Sureños del Barrio 18 fue más escueto en sus explicaciones: “Eso es un hecho… Sí, se ha hablado, y así será. Confirmado eso”.

 El medio salvadoreño recibió dos audios vía mensajería digital. Provenían de una fuente a la que no se le había dicho nada acerca de los indicios que este periódico tenía sobre las nuevas decisiones de las organizaciones criminales. La fuente explicó que ambas grabaciones eran de líderes pandilleros y que se dirigían a los miembros de sus clicas.

El primer audio es de un palabrero de la Mara Salvatrucha-13; y, el segundo, de un palabrero del Barrio 18 Sureños. Los dos, según la fuente, habían sido grabados el mismo lunes, para comunicar a los subordinados las nuevas disposiciones. “La neta, que no queremos ver a nadie en la calle, a nadie chambreando, platicando, jugando o haciendo ni mierda”, se escucha en la primera grabación.

“Solo queremos una persona por cada casa. Si llegamos a ver nosotros a más de una persona ahí… No queremos a nadie más en las calles ni chambreando. La gente que va a ir a comprar es la única que tiene permiso para salir, ¿va? Pero hasta ahí puede salir, a comprar, y después derechito para su casa, porque si nosotros llegamos a hallar a alguien en la calle, nosotros nos vamos a entender con esa gente y la vamos a mandar para su casa, le guste o no le guste”, continuaba. 

El segundo audio, atribuido a la facción Sureños del Barrio 18, repite la amenaza:

“Vaya, guachen, vengo hablando en representación del Sur, y nosotros lo que queremos es que estas palabras que se van a decir no queden botadas ni en el aire. No nos gusta hablar mucho, si cuando hablamos como pandilla la gente tiene que captar y respetar las órdenes de nosotros. Es fácil lo que se les va a imponer: el llamado que se nos está haciendo es que nosotros le hagamos ver a toda la gente de nuestras canchas de que no queremos a nadie en las calles mientras no sea por una necesidad. Que no queremos ver a nadie en la calle. Nosotros sólo le vamos a permitir salir a una persona por familia y no queremos a nadie que se encuentre en la calle pendejeando. Queremos que esta palabra, como pandilla, se respete. Y si la gente no quiere venir y captar las conversaciones de lo que se les está pidiendo, entonces así como les han valido verga las medidas que el gobierno está poniendo, nos vamos a sentir obligados, que si la palabra de nosotros les vale verga, entonces a nosotros nos va a valer verga venir a tomar nuestras decisiones…”. 

El Faro, además, conversó con un miembro de la facción Revolucionarios del Barrio 18 que aseguró que su pandilla está alineada con estas decisiones. Los representantes de las distintas organizaciones criminales explicaron el alcance de su decisión de forma similar, argumentando que se consideran una población vulnerable y que la Policía no es capaz de conseguir el control social que ellos ostentan.

El representante de la MS-13 lo resume así:

“Con un contagiado que haya en los penales, se nos va a morir toda la gente… Además, si ya no hay respiradores artificiales, y hay uno de nosotros entubado, grave, todo tatuado, y aparece una viejita que está grave, van a desentubar al pandillero y lo van a dejar morir… Retenes hay en la calle, pero en las comunidades no hay. Hay patrullajes, pero, cuando se va la patrulla todos salen a hacer fiesta… A nosotros, por las buenas o por las malas nos respetan”. 

El miembro de los Revolucionarios también alardeó de la profundidad del control que tienen sobre los territorios: “A nosotros no nos pueden decir que sale Pedro y después sale José a comprar, porque nosotros sabemos quiénes viven juntos y quiénes no”, aseguró.


Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*