
Human Rights Watch denunció al lider comunista Kim Jong-un, señalando que al igual que su padre y su abuelo, ha presidido durante años abusos generalizados de los derechos humanos
La “fábrica de rumores” sobre el estado de salud del líder norcoreano Kim Jong-un después de ausentarse en las celebraciones de su abuelo, el día más importante de Corea del Norte, son muestra del hermetismo y el totalitarismo que rige al país, dijo Human Rights Watch (HRW).
El control del gobierno se basa, por supuesto, en el totalitarismo. Kim, al igual que su padre y su abuelo, ha presidido durante años abusos generalizados de los derechos humanos”, destacó el director de Defensa de Asia de HRW, John Sifton.
La organización no solo acusó a Corea del Norte de poner en marcha una inmensa maquinaria que oculta la verdad sobre el paradero de su dirigente, sino también de sostener la peligrosa e inverosímil afirmación de que en el país dominado por Kim Jong-un no hay casos de coronavirus.
Esta estrategia “pone de manifiesto el secretismo y la capacidad de duplicidad del gobierno y su destreza para alimentar a su pueblo con mentiras. El gobierno ejerce un control casi completo sobre las personas y la información que pueden recibir o transmitir”, señaló Sifton en un comunicado
La organización también destacó la importancia de llevar a la justicia a Kim y a los funcionarios a su alrededor, quienes han sido acusados por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de cometer terribles crímenes como exterminación, asesinato, esclavitud y tortura.
Ante tales atropellos, Human Rights Watch exhortó a la ONU a exigir a Corea del Norte mejorar su cooperación internacional e hizo un llamado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para pedir a las autoridades norcoreanas transparentar la información.
Un país cerrado no puede ser estable ni saludable”, concluyó John Sifton, quien ha formado parte de la organización HRW desde 2001.
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