Centroamérica es una de las zonas que los expertos consideran más influyentes en el desarrollo y crecimiento del país norteamericano.
Por: Marcos González Díaz
Repasamos algunos de estos aportes de centroamericanos que un día migraron a territorio estadounidense o de quienes, por el contrario, decidieron quedarse en su región.
1. Recursos humanos
Los nacidos en los pequeños países centroamericanos suponen nada menos que el segundo grupo de población más grande entre los inmigrantes que viven en Estados Unidos (7,9%), solo por detrás de México (25,3%) y por delante de China (6,4%).
Casi el 40% de ellos son de origen salvadoreño, seguido de guatemaltecos y hondureños. Uno de cada cuatro vive en el estado de California, según datos del censo de EE.UU.
Su huella se refleja en el mercado laboral, si bien los trabajadores centroamericanos no son la primera fuerza a nivel nacional en ninguno de los sectores de servicios en el país norteamericano.
Su presencia es más numerosa en la construcción, donde más de 430.000 centroamericanos conforman el 17% de los trabajadores inmigrantes en esta área (4,2% si se contabiliza también a los empleados nacidos en EE.UU.).
Trabajadores inmigrantes en el sector de la construcción en EE.UU.
(% según su país de nacimiento, sin contar a nacidos en EE.UU.)Fuente: New American Economy (NAE) según datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense 2017 del Censo de EE.UU.
Los otros sectores de trabajo en EE.UU. con más centroamericanos son la industria de servicios personales (que engloba desde empresas de contabilidad y asesoría legal hasta lavanderías, reparación de autos o jardinería) seguida de la hostelería y el entretenimiento.
Según datos del censo de EE.UU. recopilados por New American Economy, organización que estudia el impacto de la inmigración en EE.UU., los centroamericanos no suponen actualmente más del 1,1% de la población total del país.
Sin embargo, se estima que su poder adquisitivo ronda los US$137.000 millones.
2. Frutas y textiles
Si alguna vez comiste piña en EE.UU., podemos decir casi con seguridad que procedía de Centroamérica.
Lejos quedan los años en que Hawái suministraba la mitad de piñas que se consumían en el país. En 2017, Centroamérica fue la región de la que EE.UU. importó mayor cantidad (90.43%), siendo Costa Rica el indiscutible país proveedor número uno con el 84%.
Según datos de Comtrade-ONU analizados por el Observatorio de Complejidad Económica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, EE.UU., algo similar ocurre con las bananas, procedentes en su mayoría de las históricamente denominadas por algunos como «repúblicas bananeras».
Así se llamó a las naciones de Centroamérica donde operaron en el siglo XX grandes bananeras estadounidenses como la poderosa United Fruit Company.
Hoy, esos países siguen siendo el principal proveedor de bananas a EE.UU. con el 67,3% de sus importaciones, muy por delante del segundo lugar que ocupa Ecuador con 17%.
Tampoco hay que dejar de mencionar el café centroamericano (18,5% de las importaciones de EE.UU., solo por detrás del 19% de Colombia) o el azúcar (16%, superado únicamente por el 37% de México).
Por otro lado, también es muy habitual que los consumidores en EE.UU. se encuentren con que en alguna de sus prendas de ropa haya una etiqueta en la que se lea Made in («Fabricado en»)… seguido de un país centroamericano.
En este sector textil no sorprende a nadie que el proveedor principal sea la poderosa China.
Pero no deja de ser relevante que la pequeña Centroamérica ocupe el tercerlugar (por detrás también de Vietnam) en exportación al país norteamericano de productos como camisetas de algodón o ropa interior, según datos de 2018 de la Oficina de Textiles y Confecciones de EE.UU. facilitados por la Cámara de la Industria Textil de El Salvador.
De hecho, según el Observatorio de Complejidad Económica, Centroamérica fue en el caso de los calcetines y medias de punto el segundo proveedor de EE.UU. en 2017 (20,4%) tras China (58%).
La práctica totalidad de esta producción en la región procede de El Salvador y Honduras, donde se asientan grandes plantas de manufactura en las que trabajan miles de personas.
Incluso algunas grandes marcas textiles estadounidenses tienen sus principales plantas en Centroamérica. Es el caso de Hanes Brands, una de las primeras maquiladoras en instalarse en la región hace casi 30 años y que hoy cuenta en Honduras con la mayor concentración de sus trabajadores a nivel mundial: más de 10.600 personas.
3. La Cajita Feliz o «Happy Meal» de McDonald’s
Hay quienes creen que pocas cosas representan mejor el consumismo y la cultura estadounidense de amor por la comida chatarra o «junk food» que la marca McDonald’s.
Pero ¿sabrán en el país que uno de sus mayores símbolos de la gran cadena de hamburguesas salió de Guatemala?
La Cajita Feliz (o Happy Meal), ese menú de menor tamaño dirigido a los niños, fue idea de Yolanda Fernández de Cofiño, una chilena que reside en Guatemala desde hace más de 65 años.
Cuando su marido compró una franquicia de McDonald’s en 1974, ella pronto se dio cuenta de que los más pequeños no se terminaban los menús convencionales y apostó por hacer una versión más pequeña.
«Se me ocurrió comprar una sorpresa, un juguetito para que fuera atractivo para el niño», le dijo la empresaria el año pasado a Forbes México.
Era ella misma quien acudía a mercados de la zona central de Ciudad de Guatemala para comprar las figuritas plásticas que incluía en el menú, y que aún hoy siguen siendo parte de ese atractivo para muchos que compran la Cajita Feliz.
Aquella fórmula, que ella llamó Menú de Ronald, tuvo tanto éxito que la compañía decidió implementarla años después en todo el mundo y rebautizarla como Happy Meal.
No fue la única marca que Fernández de Cofiño dejó para siempre en la compañía con el logo en forma de «M»: también fue ella quien implementó las celebraciones de cumpleaños infantiles en sus locales.
4. Los «captchas»
El método más utilizado en internet para que quien se encuentra tras la pantalla demuestre que es una una persona humana y no «un robot» tiene también ADN centroamericano.
El guatemalteco Luis von Ahn es un informático y profesor de ciencias de la computación en la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.) que inventó el conocido Captcha, el sistema basado en un algoritmo público que pide al usuario introducir correctamente un conjunto de caracteres tras una imagen distorsionada.
Los «captchas» son usado por sitios web y aplicaciones para evitar que los robots entren en plataformas, envíen correos basura o usen sus servicios.
Von Ahn actualizó su sistema Captcha, creado en el año 2000, por reCaptcha (2007), con el que mejoraba algunas debilidades y hacía que la prueba consistiera en reconocer un texto mediante imágenes.
El informático vendió ambos hace diez años al gigante estadounidense Google, aunque no es el único invento que le dio popularidad mundial: también él está detrás de Duolingo, la app para aprender idiomas más descargada del mundo.
5. Las pupusas
Su popularidad aún está lejos de los tacos y otros platillos típicos de la cocina mexicana, pero las pupusas salvadoreñas van ganando cada vez más adeptos en EE.UU.
Estas tortillas gruesas de maíz rellenas de chicharrón, frijoles, queso o loroco (entre otras opciones) son cada vez más fáciles de encontrar en las miles de pupuserías repartidas por el país norteamericano, especialmente en ciudades con una importante población hispana como Los Ángeles o Nueva York.
La receta salvadoreña se ha ido adaptando a los gustos del público, y en algunos puntos se pueden encontrar pupusas rellenas de espinacas, hongos o incluso piña.
La conocida presentadora estadounidense de programas de cocina Martha Stewart o el desaparecido chef Anthony Bourdain fueron dos de los mediáticos expertos culinarios que se rindieron ante estas delicias salvadoreñas y ayudaron a propagar su fama internacionalmente.
Aunque el minuto de fama mundial (o segundos, mejor dicho) más reciente de este platillo fue en la película La La Land, donde sus actores Emma Stone y Ryan Gossling aparecen sentados en una pupusería real de Los Ángeles.
En El Salvador no esconden su orgullo por este sabor que les representa en cada vez más partes del mundo y, desde 2005, el país celebra cada segundo domingo de noviembre por decreto legislativo el Día Nacional de las Pupusas.
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