CORONAVIRUS: La desinformación rusa

El proyecto del Servicio Europeo de Acción Exterior, ha venido vigilando las campañas de desinformación rusas en 15 idiomas desde 2015.

El 22 de enero, Sputnik News informó que el virus había sido creado en un supuesto laboratorio de la OTAN. Esta fue la primera noticia falsa sobre el virus de fuentes rusas registrada por EUvsDisinfo.

Según los analistas de EUvsDisinfo, el falso informe sobre la producción del coronavirus en biolaboratorios estadounidenses, también fue difundido por el servicio árabe de Sputnik, entre otros. La actitud hostil de los medios árabes hacia EE. UU. los hizo particularmente susceptibles a asumir como verdadera esta teoría de la conspiración: docenas de sitios web árabes adoptaron la supuesta noticia, incluyendo un sitio falso de la BBC.

Los expertos de EUvsDisinfo observan un flujo constante de desinformación por parte de los medios de comunicación rusos o relacionados con el Kremlin: las noticias falsas siguen el mismo patrón una y otra vez: fue el Pentágono; las élites gobernantes están detrás del coronavirus; EE. UU. se quiere asegurar la hegemonía; un nuevo orden mundial tiránico es el objetivo.

Un documento interno de la UE, al que la agencia de noticias Reuters obtuvo acceso, habla de una amplia campaña de desinformación. Rusia quiere aumentar el efecto del coronavirus creando pánico y sembrando más dudas. Sindicaciones que Moscú negó inmediatamente.

Los medios de comunicación cercanos al Kremlin están difundiendo teorías contradictorias. A veces la pandemia es un engaño, luego se pintan de nuevo escenarios apocalípticos del colapso del sistema de Schengen, la disolución de la OTAN o incluso, el colapso de los países bálticos. En una crisis en la que la confianza y la cooperación son esenciales, los expertos de EUvsDisinfo concluyen que la máquina de desinformación del Kremlin está tratando de socavar la solidaridad en Occidente.

Susurros diplomáticos

En EE. UU. hay una dependencia homóloga de EUvsDisinfo. Con sede en el Departamento de Estado, el Centro de Participación Global (GEC) investiga la desinformación rusa, así como los informes falsos y la propaganda de fuentes chinas, iraníes e islamistas. El viernes pasado, la embajadora especial de GEC, Lea Gabrielle, se dirigió a la ciudadanía en una videosesión informativa.

La exagente de la CIA describió un «ecosistema» en el que la desinformación rusa, china e iraní se refuerza mutuamente: por ejemplo, cuando las plataformas rusas difunden información falsa, a menudo es recogida por los medios de comunicación chinos. Estas, a su vez, son tomadas por Rusia como si la fuente original fuera China.

Un ejemplo de la reproducción de un informe falso difundido hasta esconder la fuente lo proporcionan los tuits de un diplomático chino a mediados de marzo. El 12 de marzo, Zhao Lijian escribe que el coronavirus había causado estragos en EE. UU. en el otoño de 2019 y pide información sobre el presunto «paciente cero».

Al día siguiente, el portavoz del ministerio de Exteriores de China publica un artículo de Global Research, con la nota de que le gustaría que se difundiera. El sitio web, con sede en Montreal, Canadá, se presenta como un taller de pensamiento, pero esencialmente difunde teorías de conspiración. En este caso: el coronavirus habría sido presuntamente introducido en China por los participantes estadounidenses en los Juegos Militares Mundiales de Wuhan el pasado octubre.

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