Por: Andrés Ramírez Prado / DIRCOM
Los seres humanos no somos ni perfectos ni iguales por lo tanto no hay modelos de gobierno perfectos entonces, para alcanzar el nivel de funcionalidad en el contexto político, sería necesaria una hegemonía cultural que, para los buenos principios de tolerancia, no es posible. Mientras que los marxistas, y aquellos que pertenecen a los hilos derivados, no plantean ningún problema al imponer su idea a millones de conciudadanos ya sea por la fuerza, la coacción o la eliminación.
El ideal suizo
Suiza es una democracia directa que, a pesar de tener un sistema parlamentario representativo, permite a los ciudadanos presentar solicitudes de referéndum que pueden abolir las leyes aprobadas por los legisladores. Wow que maravilla!
Hace unos meses, un referéndum que proponía la introducción de un ingreso mínimo pagado por el estado a cada ciudadano fue rechazado por el 80% de la población. También es uno de los países con más armas en el mundo, pero es reconocido entre los que tienen el nivel más bajo de delincuencia.
No podemos esperar alcanzar una sociedad perfecta, porque siempre tendremos la tendencia al error y la fatiga (caso clásico de Suecia, que cambió su sociedad socialista liberal, y ahora invierte de nuevo paso), pero al menos podemos usar el ideal como una guía que nos lleve a una sociedad más libre y próspera y que pueda parecerse a Nueva Zelanda y Suiza, en lugar del sueño socialista de países como Venezuela, Cuba o Corea del Norte.Sociedad participativa
El sistema político suizo otorga gran importancia a la participación ciudadana, que se expresa a través del federalismo y de la democracia directa. Berna es la capital de Suiza (de hecho es la «ciudad federal»).
Socialismo del siglo XXI
El modelo de Estado socialista del socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que debe directamente de la filosofía y la economía marxista
Como ya antes mencione en un reciente «post» el llamado Socialismo del Siglo XXI ha creado caos económico y social en los países latinoamericanos donde ha gobernado. Hoy Costa Rica por ejemplo bajo 6 años de izquierda acérrima, ha elevado sus índices de desempleo y déficit fiscal a cifras históricas y realmente alarmantes.
Realmente, la única diferencia entre este nuevo izquierdismo y el comunismo del siglo XX es que logra llegar al poder por medios democráticos, fingiendo respetar sus prácticas. Luego, mañosamente las ignora y hace cambios en las constituciones de cada país; impone represión política, restricción de las libertades, silenciamiento de los medios y, en muchos casos, anulación la propiedad privada; transforma su gobierno en regímenes totalitarios, ajenos a la democracia, semejantes a aquellos de las naciones comunistas del siglo pasado. Con un agravante, un alto, yo diría altísimo, grado de corrupción. Los resultados, naturalmente, han sido funestos.
Realidad Suiza
Los ciudadanos suizos acuden a las urnas más a menudo que en cualquier otro país del mundo. Este uso intensivo de los privilegios democráticos se explica principalmente gracias a la existencia de dos derechos inéditos: el referéndum popular y la iniciativa popular.
Es este un ejemplo de lo que la dinámica democrática debería ser en realidad dentro de un gobierno con verdadera voluntad política y un pueblo distante a la parsimonia que caracteriza nuestra cultura del «Pura Vida”. Por otro lado no dejare de degustar las mieles propias del capitalismo, misma que explicaré a continuación.
El maravilloso mundo capitalista
Lo más positivo del sistema capitalista es la increíble capacidad para generar riqueza a través de la producción, misma que nos permite acceder a la propiedad privada.
Los habitantes de una sociedad demo liberal capitalista pueden ejercer sus derechos individuales permitiendo de esta manera la extraordinaria capacidad para auto reformarse. Sostiene y promueve las libertades individuales aunque hoy día los “comunistoides” se han apropiado de esta realidad transformándole en un discurso político lleno de promesas y de ideales para ejercer dominio sobre las masas. De ese tema me enfocare en otra entrega.
Por otro lado debemos rescatar el sinceramiento económico y político de la sociedad y el acceso a innumerables objetos y servicios que mejoran la calidad de vida de los habitantes de un país, todo lo antes mencionado ha sido históricamente estimulado por el ala derecha de la política y economía mundial.
Repasemos la historia
Lo más importante que ha sucedido desde la primera ola de industrialización y desarrollo del siglo XIX es su difusión por todo el mundo en las últimas décadas. Durante los últimos 50 años, la pobreza global se ha reducido más que en los 500 años anteriores juntos. En los últimos 30 años, la renta media en los países en desarrollo se ha duplicado. Durante las últimas dos décadas, la proporción de la pobreza absoluta es decir, las personas con un ingreso inferior al dólar diario se ha reducido del 31 al 20 por ciento. Incluso, a pesar de que la población total ha aumentado en 1.500 millones, también se ha reducido en números absolutos por primera vez desde que se registra esta estadística en alrededor de 200 millones.
Otros indicadores de bienestar en el tercer mundo muestran el mismo patrón. Cuando se tienen recursos, se puede incrementar el nivel de vida. Durante los últimos 50 años, el analfabetismo entre los jóvenes se ha reducido del 70 al 25%. La mortalidad infantil se ha reducido del 18 al 8%. La esperanza de vida ha crecido de 46 a 64 años. Durante los últimos 30 años, las situaciones de hambre permanente se han reducido del 37 al 18%.
En otras palabras, estos indicadores están mejor hoy en los países en desarrollo de lo que estaban en los países ricos hace cien años. ¿Por qué ha sucedido esto?
Mi respuesta es que esto ha sido el resultado del hecho de que algunas cosas que solían ser propiedad exclusiva de los países occidentales se han empezado a difundir por el mundo, cosas como la riqueza, las inversiones, las multinacionales, las ideas, los medios de comunicación, la ciencia, la tecnología, la medicina, etc.. Lo gracioso es que todo esto es exactamente eso que se denomina, quizá un poco a la ligera, globalización. La India de Bhagant, que intentó el proteccionismo y el estatismo tras la independencia, es el resultado de la especialización económica en los 80 y la liberalización de los 90.
El movimiento antiglobalización se queja de que la globalización crea pobreza y desigualdad. Eso es una verdad a medias. Si se considera la pobreza están completamente equivocados, ya que se puede observar que la pobreza ha disminuido en las décadas de la globalización. Pero están en lo cierto cuando dicen que este es un mundo desigual. El factor que más determina el nivel de vida de un individuo y sus oportunidades de prosperar es la latitud en la que ha nacido. El 20% de la población consume el 80% de los recursos mundiales. Pero esto no significa que ellos, es decir, nosotros los del Norte, les quitemos esos recursos al resto del mundo. No, nosotros creamos el 80% de la producción de los nuevos recursos. Y eso no tiene nada que ver con que seamos más listos o trabajemos más que el resto. Tiene que ver con el hecho de que somos quienes tenemos la libertad de emplear nuestra inteligencia en lo que consideramos adecuado, y que tenemos la libertad de trabajar en nuestro propio beneficio, libertades estas que en el Sur se tienen en mucho menor grado.
Hay una distribución desigual de la riqueza en el mundo, pero esto por la desigual distribución del capitalismo. Aquellos que tienen capitalismo se hacen ricos, los que no lo tienen permanecen pobres. Si destruyéramos el capitalismo todos seríamos pobres pero, eso sí, iguales.
Por medio de la producción y el crecimiento económico, se produce más riqueza, y el capitalismo fomenta una producción cada vez mayor y más eficiente, pues si no logras ese objetivo te encuentras fuera del negocio. Fomenta y recompensa inversiones a largo plazo en una producción mejor. El comercio libre es comercio justo, casi por definición, porque un trato no se hace mientras ambas partes no piensen que ambos ganan algo de él. Al contrario que en los campeonatos de fútbol, ganan ambas partes.
Cuanto mayor es el grado de libertad económica en un país, mayor es la oportunidad del mismo de conseguir más prosperidad, un crecimiento más rápido, un nivel de vida más alto, etc. Si decidimos dividir el mundo en cinco grupos dependiendo del grado de libertad económica, como ha hecho el canadiense Instituto Fraser, vemos que los países más libres son diez veces más ricos que los menos libres y que tuvieron un crecimiento anual del 2’3% durante la década de los 90 mientras que los menos libres tuvieron un crecimiento negativo del 1’5%. Hay un dato aún más interesante que indica que la gente en los países más libres vive de media 24 años más que la gente en los países menos libres.
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