El 39.4 % de las 1.3 millones de empresas que cerraron definitiva o temporalmente sus actividades hasta la primera quincena de junio en Brasil lo hizo debido al impacto económico de la pandemia por el virus del PCCh, comúnmente conocido como nuevo coronavirus, según informó este jueves un estudio divulgado por el Gobierno.
Hasta el 15 de junio, el país registraba un poco más de cuatro millones de empresas, de las cuales 2.7 millones (67.4 %) mantenían sus actividades, aunque muchas con ritmo reducido de producción o funcionamiento parcial, apuntó el informe del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
De las 1.3 millones restantes (32.6 %), 610,300 cerraron temporalmente y 716,400 lo hicieron de manera definitiva, con un 99.8 % correspondiente a pequeñas empresas con hasta 49 empleados.
De cada diez empresas que cerraron temporal o definitivamente sus actividades, cuatro lo hicieron como consecuencia del COVID-19, que hasta el miércoles superaba en Brasil los 75,000 muertos y se acercaba a los dos millones de casos confirmados.
El impacto económico fue casi que total para las pymes con hasta 49 trabajadores, que representaron un 99.2 % de las 522,700 que cerraron parcial o definitivamente, mientras que un 0.8 % correspondió a empresas de mediano porte (hasta 499 empleados) y solo 110 (0 %) fueron grandes compañías.
“Los datos señalan que el COVID-19 impactó más fuertemente segmentos que, por la realización de sus actividades, no pueden prescindir del contacto personal, como los restaurantes, hostelería”, explicó Alessandro Pinheiro, coordinador de Investigaciones de Empresas del IBGE, citado en un comunicado.
Por sectores, de las 522,700 empresas afectadas por la pandemia, un 49.5 % pertenecían al de servicios, 36.7 % al de comercio, 7.4 % a la construcción y un 6.4 % a la industria.
Entre las 2.7 millones de empresas que se mantienen en funcionamiento, 70 % consideraron que la pandemia tuvo un impacto negativo en sus finanzas, 16.2 % manifestaron que los efectos no afectaron su rendimiento y un 13.6 % calificó el reflejo de la crisis sanitaria como positivo.
En cuanto a la producción, un 63 % de las compañías que se mantienen abiertas indicaron que tuvieron dificultades para cumplir con sus clientes.
De esas empresas que siguen abiertas, un 44.5 % aplazó el pago de impuestos y un 12.7 % accedieron al crédito de emergencia ofrecido por el Gobierno, con un 67.7 % que calificaron como positivas esas dos medidas.
Un 32.9 % de las empresas activas cambió la forma de entrega de sus productos, adoptando las plataformas del comercio electrónico; un 61.2 % conservó el número de trabajadores que tenían en marzo, cuando comenzó la pandemia, y 38.4 % pasaron a implementar el trabajo desde casa por parte de sus empleados.
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