Tras su controvertida diplomacia de las mascarillas, el Partido Comunista Chino (PCCh) ahora está empezando a lanzar una ambiciosa diplomacia de las vacunas contra el virus del PCCh para ganar el control sobre los países y poder controlarlos, según expertos en China. En Latinoamérica, varios países están participando en estas pruebas.
En una conferencia virtual el 22 de julio con sus sus homólogos de Latinoamérica, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, ofreció préstamos por USD 1000 millones como “ayuda” para comprar las vacunas producidas en China, y pidió “tener relaciones más estrechas con la región”. Asimismo, Xi Jinping llamó a al menos seis presidentes latinoamericanos para hablar sobre la ayuda, informó El Cronista.
En la región, Brasil fue el país que inició los ensayos de la vacuna en julio. Actualmente, el país ha superado los 4 millones de infectados y las 800 muertes, según el último recuento de la Universidad Johns Hopkins. México, Chile, Perú, y Argentina son algunos de los países que se fueron sumando a la “diplomacia de las vacunas” del PCCh.
Para el comentarista de asuntos de China, Tang Jingyuan, el verdadero propósito de regalar la vacuna no es salvar las vidas de las personas en esos países, sino sobornar a estos países para que el PCCh pueda eventualmente controlarlos.
El PCCh ahora está tratando de presentar a la vacuna como un ‘hecho consumado’ para legitimizarla. El régimen también quiere tomar ventaja de esto para forzar a estos países a reconocer la legitimidad de sus vacunas, dijo a The Epoch Times.
El exvirólogo del Instituto de Investigación del Ejército de EE. UU., Dr. Sean Lin, dio también su análisis. “China está haciendo esto por razones políticas. Especialmente porque la diplomacia de mascarillas del PCCh no funcionó y fue criticado por la comunidad internacional por esparcir el virus al mundo. Esa es la razón por la cual [el régimen] está tan desesperado por encontrar una plataforma para la diplomacia de las vacunas”, dijo.
Por otro lado, Li Linyi, analista de asuntos de China, dice que China no tiene la capacidad de producir un suministro de vacunas tan grande. Li dice que las promesas de Beijing son simplemente un intento de unir a los países contra Estados Unidos y otros países occidentales.
“Es problemático cuando Beijing hace mención a necesidades estratégicas, porque significa que toma los factores políticos como prioridad”, agregó Lin.
Las vacunas que llegan a Latinoamérica
Una de las compañías que más ha avanzado en las pruebas es Sinovac Biotech. Sinovac, con sede en Beijing, junto con una compañía privada de Hong Kong y la empresa estatal china Sinobioway, desarrolló y fabricó CoronaVac, una candidata a vacuna.
Sinovac dijo que ya había realizado la fase 1 y 2 en la población china, sin embargo, un artículo de julio indicó que el envase de la vacuna fabricada por Sinovac indicaba de modo evidente que la vacuna no había sido aprobada por la Administración Nacional de Productos Médicos de China (NMPA), el organismo estatal que regula la fabricación de medicamentos.
Asimismo, un documento interno obtenido por The Epoch Times descubrió que una empresa estatal china estaba obligando a que sus empleados se pusieran la vacuna de Sinovac.
En Latinoamérica, la compañía china empezó los primeros ensayos en Brasil el 21 de julio y contará con 9000 voluntarios para la prueba. Asimismo, en Chile, la Universidad Católica ya firmó un convenio con la empresa china.
“Tomar estas vacunas [no aprobadas] es arriesgado. La vacuna podría no funcionar. En el peor de los casos, podría infectar a las personas con el virus de la neumonía de Wuhan [virus del PCCh]”, dijo Chan King-ming, director del Programa de Ciencias Ambientales de la Universidad China de Hong Kong y miembro de la Sociedad de Toxicología de Estados Unidos, a The Epoch Times. “Yo quiero saber: La vacuna no está aprobada. ¿Quién se hará responsable de la seguridad de la vacuna?”, agregó Chan.
Otro fabricante chino que está trabajando en una vacuna contra el virus del PCCh incluye a CanSino Biologics, que ya terminó las dos primeras fases de los ensayos clínicos de su vacuna Ad5-nCoV, según el medio local Caixin. México es uno de los países que probará esta vacuna desde septiembre hasta enero de 2021, y también probará la vacuna de la empresa china Walvax Biotechnology.
Una tercera compañía china, Sinopharm, parte del China National Biotec Group (Grupo Farmacéutico Nacional de China), ya empezó con los ensayos clínicos en Perú y Argentina.
Mientras China negociaba los acuerdos de esta nueva “diplomacia de las vacunas”, hubo un repunte en la cifra de casos del virus del PCCh en estos países. En los últimos meses, Brasil, Perú, México, Colombia, Argentina y Chile se encuentran entre los once primeros países con más casos confirmados en el mundo, sin considerar a China.
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