El médico holguinero Alexander Raúl Pupo Casas, residente de Neurología, quien estaba amenazado con ser expulsado de sus estudios por sus expresiones críticas de la situación en Cuba, ha sido desalojado el jueves de la beca donde vivía en Las Tunas.
El joven ha criticado en sus redes sociales asuntos como los bajos salarios de los profesionales en la Isla, la falta de libertad de expresión y los injustos contratos de las misiones médicas.
Recientemente, Pupo Casas fue llamado a una reunión privada por directivos de su centro de trabajo con el objetivo de persuadirlo para que dejara de publicar sus ideas en Facebook. Le dijeron que «no resolverá nada» y solo le «traerá problemas» en su «vida personal y laboral».
El jueves en la noche, en una publicación en la propia red social que tituló «Muere la libertad donde comienzan las dictaduras», el médico explicó que ha sufrido «en carne propia los atropellos que se cometen contra la libertad de expresión en este país».
«Hoy viví en carne propia la mayor de las injusticias al ser privado de mi derecho a pensar libremente. Hoy en muchos amigos vi la decepción mezclada con impotencia cuando vieron que me desalojaban de la beca sin previo aviso y como si fuera un delincuente. Tantos médicos como yo que, aún sabiendo lo injusto del proceder, decidieron bajar sus cabezas solo porque saben que hoy soy yo, pero mañana pueden ser ellos», lamentó.
«Privar a un hombre del derecho libre de pensar y expresar su convicción es solo demostrar el miedo que tienen a la verdad, esa verdad que los agobia tanto que ahora los obliga a descargar su furia contra el pueblo y los hace olvidar hasta sus propios conceptos», añadió.
En palabras de Pupo Casas, con lo sucedido el régimen solo le hizo ratificar su ideología y le hicieron sentirse «más orgulloso de esta lucha contra lo mal hecho, contra la corrupción, contra la mentira impuesta al pueblo».
«Usted no es justo, y la vida le pasará factura tal y como usted hoy me la está pasando a mí solo por defender un derecho constitucional. Hoy llueven sus represalias contra mí, su tormenta me sacude pero no me tira al suelo. Más firme saldré de esto pues quien lucha con la verdad de su mano no puede perder», escribió más adelante.
«Me podrán desalojar, me podrán expulsar de mi trabajo, podrán destruir al médico, pero no al hombre y sus ideas. Aquí estoy más firme y decidido que nunca, soldado de la vida que no cederá a chantaje alguno, soldado de la verdad que no cederá terreno. ¡Viva Cuba Libre! La revolución somos nosotros», concluyó.
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