Un grupo de personalidades democráticas de América Latina rechazó la postulación del régimen de Cuba al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de acuerdo a una declaración publicada por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Dieciocho figuras intelectuales y políticos latinoamericanos firmaron una declaración en donde manifestaron su “rechazo a la nueva candidatura [de Cuba] porque no es representativa de las aspiraciones democráticas y el compromiso internacional con los derechos humanos de la región”, informó CADAL mediante un comunicado de prensa el 27 de septiembre.
En octubre de este año, se elegirán a 15 nuevos países para integrar el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU conformado por 47 miembros–ocho de los cuales pertenecen al Grupo América Latina y el Caribe (GRULAC).
En la resolución 60/215 mediante la cual se estableció el CDH el 15 de marzo del 2006, el órgano especificó que al elegir a sus miembros, se deberá tomar en cuenta “la contribución de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos”, de acuerdo con el documento.
Asimismo, “los miembros elegidos al Consejo deberán defender las más altas exigencias en la promoción y protección de los derechos humanos, cooperar plenamente con el Consejo y ser examinados con arreglo al mecanismo de examen periódico universal durante su período como miembros”.
Sin embargo, el régimen de Cuba ha rechazado repetidamente las solicitudes para visitar el país de expertos de la ONU en materia de tortura, libertad de reunión, libre expresión y detención arbitraria.
Por otro lado, la misiva explica que los países solo pueden integrar el CDH por tres años; sin embargo, la dictadura castrista ha integrado el CDH en cuatro períodos: del 2007 al 2009; del 2010 al 2012; del 2014 al 2016; del 2017 al 2019; y ahora anunció su nueva postulación para el periodo del 2021 al 2023.
“De ser electa nuevamente, Cuba estará habilitada para presentarse en 2023 a la reelección y de lograrla cumplirá allí 18 de los 20 años de vida de este organismo”, escribieron los diplomáticos.
Por ello, “considerando que Cuba es el único país de América Latina que no ratificó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; estando documentada su falta de compromiso con el sistema universal de DDHH; habiendo adoptado un régimen de partido único, que desde 2019 adquiere rango constitucional; y manteniendo sin señales de reforma una política de estado que criminaliza los derechos a la libertad de asociación, reunión, prensa, expresión y participación política; (…) expresamos nuestro rechazo a la nueva candidatura de Cuba al Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, sentenció la declaración.
Entre los referentes democráticos que firmaron la declaración se encuentran la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla; el exvicepresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez; los exministros de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad Alvear e Ignacio Walker; la exministra de Desarrollo Social de Argentina, Graciela Fernández Meijide; la exministra de Justicia y Derechos Humanos de Perú, Marisol Pérez Tello; la ex subsecretaria de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Mariclaire Acosta; el diputado venezolano a la Asamblea Nacional y Comisionado para la Organización de Naciones Unidas, Miguel Alejandro Pizarro Rodríguez; entre otros.
Esta declaración publicada por CADAL, resalta el historial abismal de Cuba en materia de derechos humanos, el cual es evidente por sí mismo.
UN Watch, una organización no gubernamental suiza que observa a las Naciones Unidas utilizando la carta de la organización como medida, recomendó el rechazo de la candidatura de Cuba al consejo basado en su pobre historial de derechos humanos y su fracaso en mantener los estándares de derechos humanos.
“Cuba es más responsable que ningún otro país del mundo de la manipulación política del CDH de la ONU, patrocinando resoluciones que pretenden erosionar el significado de los derechos humanos individuales y empoderar a las dictaduras”, indica UN Watch en su análisis.
Cuando el Consejo de Derechos Humanos estaba revisando la anterior candidatura de Cuba en 2013, el régimen cubano creó 454 grupos de fachada para publicar declaraciones fraudulentas que alababan al régimen, según UN Watch.
En 2020, Cuba, respaldada por China y Corea del Norte, utilizó las normas de procedimiento de la ONU para impedir que un activista cubano de derechos humanos hablara ante el organismo.
UN Watch también señala que Cuba no celebra elecciones libres o justas, lleva a cabo detenciones arbitrarias y amenaza a las personas que participan en actividades políticas. No se permite ningún partido político que no sea el Partido Comunista de Cuba.
Amnistía Internacional también informó que los críticos del régimen cubano siguen siendo encarcelados y que muchos informan que fueron golpeados durante su arresto. La restricción de la libertad de expresión es generalizada, y el régimen cubano limita la libertad de asociación y de reunión.
Los grupos raciales, sociales y religiosos también son víctimas de la represión del régimen. La organización de derechos humanos 21 Wilberforce señaló que Cuba es el peor abusador de la libertad religiosa en el hemisferio occidental y ha detenido a miembros de la iglesia, destruido iglesias e impedido la libre circulación de líderes religiosos.
Por otro lado, Cuba ocupa el puesto 171 de 179 países en el Índice mundial de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras. En 2019, el régimen castrista adoptó el decreto-ley 370, el cual amenaza con multas y prisión a cualquier cubano que se exprese por Internet de una manera que el régimen castrista considere objetable. El grupo de libertad de prensa Reporteros sin Fronteras considera que este decreto “aniquila la libertad de expresión en Internet”.
Al parecer, esta situación está lejos de cambiar, ya que el canciller del régimen cubano, Bruno Rodríguez, dijo que “de resultar elegida al Consejo, Cuba continuará promoviendo sus tradicionales iniciativas”, durante el anuncio de candidatura de la isla para el período 2021-2023 a inicios de septiembre.
Por su parte, la administración Trump ha condenado al régimen de Cuba por querer ocupar un puesto en el CDH.
“Es indignante que el Consejo de Derechos Humanos ofrezca un asiento a Cuba, una dictadura brutal que trafica sus propios médicos bajo la apariencia de misiones humanitarias”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, el 5 de agosto.
“Ningún país debería votar por Cuba en el Consejo”, agregó Pompeo.
Con información de Share America.
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