La primera misión tripulada a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde Estados Unidos después del histórico viaje de prueba Demo-2 se iniciará el 31 de octubre en lugar del 23 de octubre como se había programada inicialmente.
Ese día, en el que se celebra la Noche de las Brujas o Halloween, si todo sale como está previsto un cohete Falcon 9 de SpaceX con la cápsula Dragon Crew acoplada en la punta despegará del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), a las 2:40 hora local (06:40 GMT), según informó la NASA.
A bordo de la cápsula irán los astronautas de la agencia espacial de EE.UU. Michael Hopkins, Shannon Walker y Victor Glover además del astronauta japonés Soichi Noguchi.
La misión tendrá una duración de seis meses.
El cambio de día se hizo para no estar tan cerca de la fecha del lanzamiento de la nave rusa Soyuz, que el 14 de octubre despegará con la astronauta de la NASA Kate Rubins y los rusos Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov rumbo a la EEI.
El mismo transbordador llevará de vuelta a la Tierra al estadounidense Chris Cassidy y a los rusos Anatoli Ivanishin e Ivan Vagner, que han estado trabajando en la EEI desde abril.
Según fuentes de la NASA, al retrasar la llegada de la cápsula tripulada Dragon también se gana tiempo para que los responsables de la EEI investiguen de dónde procede una pequeña filtración de aire descubierta en el laboratorio espacial, que, según dijeron, no reviste peligro para los astronautas.
“Este tiempo extra es necesario para asegurar el cierre de todo el trabajo pendiente, tanto en tierra como a bordo de la EEI antes de la misión Crew-1”, dijo la NASA en un comunicado.
Crew-1 será la primera de las al menos seis misiones que SpaceX realizará a la EEI en razón de un contrato de 2600 millones con la NASA firmado en 2014.
En la misión de prueba Demo-2 Bob Behnken y Doug Hurley viajaron a la EEI el pasado 30 de mayo y al cabo de dos meses regresaron a la tierra en la misma cápsula, que cayó al Golfo de México de manera controlada y sin problemas el 2 de agosto pasado.
Boeing firmó también un contrato con la NASA, en este caso de 4200 millones de dólares, para proveer las naves que llevarán a los astronautas estadounidenses a la EEI, pero la primera misión de prueba salió mal y no hay todavía fecha prevista para otra.
La NASA firmó esos contratos para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz, en la que han viajado los astronautas de la agencia estadounidense desde que canceló su programa de transbordadores en 2011.
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