Funcionarios militares y de inteligencia de Estados Unidos fueron alertados el mes pasado de una amenaza contra los líderes más importantes del Pentágono, incluso dentro del territorio estadounidense, dijeron cinco fuentes con conocimiento directo del asunto a la cadena NBC.
Algunas fuentes señalaron que las informaciones sugerían que la amenaza, que sigue activa, podría tratarse de una represalia por el asesinato en enero del general iraní Qassem Soleimani por parte de militares estadounidenses. Pero todavía no se ha establecido un vínculo directo entre ambas cosas.
Las autoridades también tuvieron conocimiento de una lista en la que están señalados los nombres de los líderes militares a quienes atacarían adversarios, señaló el medio.
“En particular, el secretario de Defensa, Mark Esper, ha estado viajando por Medio Oriente y el sur de Asia esta semana, pero el viaje estuvo envuelto en más secreto de lo habitual, lo que sugiere un posible problema de seguridad. A los periodistas que viajaban con Esper no se les permitió informar de sus visitas a Bahréin o Israel hasta después de que él abandonara cada país”, dijo NBC.
Los informantes aseguraron que el Buró Federal de Investigaciones, la Agencia Central de Inteligencia y oficiales militares se reunieron luego de un incidente que involucró a un alto funcionario del Departamento de Defensa.
El oficial salió el 22 de septiembre del Pentágono en un vehículo propiedad del gobierno, que conducía un miembro de su equipo de seguridad. Otro automóvil desconocido, presuntamente maniobrado por un ciudadano iraní, los siguió de cinco a siete millas.
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