Informe Otalvora: Castrochavismo planea ofensiva continental

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Sin esperarse al desenlace de la elección presidencial y sin que Donald Trump y el aparato del gobierno federal inicie los trámites formales para la transición, Joe Biden designó el 10NOV20 a equipos de trabajo para cada una de las secretarias de Estado. El equipo encargado del Departamento de Estado lo encabeza la diplomática Linda Thomas-Greenfield.

Los nombres de quienes podrían acompañar a Biden, de concretarse su gobierno, ya comienzan a circular en los mentideros de Washington y en medios de prensa. Incluso ya se han hecho públicos reacciones de malestar entre el ala radical de izquierda del Partido Demócrata a raíz de nombres que circulan para ocupar posiciones cercanas a la Presidencia.

En relación a la conducción de la política exterior se da como un hecho que el Penn Biden Center de la Universidad de Pennsylvania sería una fuente de candidatos para ocupar posiciones en el gobierno Biden. Se menciona a Daniel P. Erikson como probable responsable de la política hacia Latinoamérica desde la Casa Blanca quien estaría comandado por Antony Tony Blinken cuyo nombre se asoma como potencial Secretario de Estado o Consejero de Seguridad Nacional. El estadounidense nacido en Colombia Juan González igualmente aparece entre los nombres de quienes serían operadores hacia Latinoamérica en un gobierno encabezado por Biden.

Blinken y Erikson y González comparten historia laboral junto al exvicepresidente Biden durante el gobierno Obama.

Erikson formó parte del equipo del gobierno de EEUU para el restablecimiento de las relaciones con Cuba y se involucró en tareas con Colombia y Centroamérica. En una entrevista divulgada por el portal argentino Infobae el 21AGO19, Erikson afirmaba respecto a Venezuela que «la presión económica aunque es muy importante no será suficiente para provocar un cambio en Venezuela», aunque mostrándose contrario a una intervención militar.

Las elecciones del 18OCT20 en Bolivia significaron la retoma del gobierno por la izquierda boliviana a manos de Luis Arce en representación de Evo Morales. Los actos de toma de posesión fueron marcados para el domingo 08NOV20 y se realizaron en ausencia de Morales. El ahora expresidente viajaba ese día en avión de la Fuerza Aérea de Argentina desde Buenos Aires a la frontera norte, presto para realizar al día siguiente, acompañado del presidente argentino Alberto Fernández, una operación de propaganda con su entrada a Bolivia.

En el hemiciclo del Palacio Legislativo en La Paz transcurrió al final de la mañana del 08NOV20 la ceremonia de juramentación del nuevo vicepresidente boliviano David Choquehuanca, quien adquirió el carácter de Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional y, en consecuencia, juramentó a Luis Arce como Presidente de Bolivia. Arce y Choquehuanca fueron ministros del gobierno de Morales y Choquehuanca en los años recientes se residenció en La Habana desde donde ejercía como Secretario de la organización intergubernamental castrochavista ALBA. Con la juramentación de Arce se concretó el retorno del castrochavismo al control de los más altos cargos del país.

Tradicionalmente Bolivia ha sido visto como un país de baja relevancia geopolítica, pero en el actual ajedrez político internacional, se ha convertido en una pieza en disputa por sus yacimientos mineros y por su condición de satélite político de la alianza castrochavista formada por Fidel Castro y Hugo Chávez.

El 08NOV20 entre los contados ministros de exteriores que viajaron a la Paz se encontraba el canciller de Irán Mohammad Javad Zarif. La poco frecuente presencia del canciller iraní por Latinoamérica incluyó visitas a Caracas y La Habana donde sostuvo reuniones con Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel, dejando saber la relevancia política que Irán le concede a la retoma castrochavista en Bolivia. En tanto, el canciller de Maduro, Jorge Arreaza, permaneció tres días en La Paz y fue recibido en ceremonia especial por Arce el 11NOV20. Una de las actividades cumplidas por Arreaza en La Paz fue la reactivación de una oficina de la petrolera Pdvsa la cual, según analistas consultados, podría servir como parte del esquema internacional utilizado por el régimen chavista para evadir las sanciones petroleras impuestas por EEUU. Arreaza se trasladó a La Paz con un numeroso grupo de funcionarios quienes se encargaron de allanar la sede diplomática venezolana que permanecía bajo control de representantes de Juan Guaidó. Los muchachos de Arreaza igualmente organizaron un intento de escrache dentro del palacio presidencial contra el presidente colombiano Iván Duque.

El miércoles 11NOV20 el gobierno boliviano reinició relaciones diplomáticas con los gobiernos de Irán y de Maduro, mediante la recepción por Arce de las credenciales de los nuevos embajadores con las formalidades protocolares. Ese mismo día el canciller de Arce, Rogelio Mayta, recibió al encargado de negocios de Cuba en La Paz, Arcenis La O, para acordar el descongelamiento de las relaciones y el pronto cruce de embajadores.

Los resultados electorales en México del 01JUL18 con la victoria de Manuel López Obrador, del 27OCT19 en Argentina con la victoria del kirchnerismo con Alberto Fernández y Cristina Kirchner, del 25OCT20 en el plebiscito en Chile para redactar una nueva Constitución y del 18OCT20 en Bolivia con el retorno del MAS a la presidencia, la participación del partido Podemos en el gobierno de España, además de la continuidad del régimen chavista en Venezuela, sirven de contexto para una ofensiva del castrochavismo.

La alianza izquierdista continental está trabajando para conquistar las presidencias de Perú y Ecuador donde habrán elecciones el 07FEB21 y el 11ABR21, además de mantener un clima de tensión social en Colombia con vistas a los comicios del 29MAY22. Los candidatos presidenciales castrochavistas de Perú y Ecuador, Verónika Mendoza y Andrés Arauz, formaron parte de los líderes de izquierda que se concentraron en La Paz el 09NOV20. Arauz, el candidato presidencial de Rafael Correa, acompañado de sindicalistas de su país, incluso viajó al interior de Bolivia para sumarse a Evo Morales con quien compartió tribuna en una masiva concentración realizada el 11NOV20 en Chimoré, Cochabamba. Morales está convocando con carácter de urgencia a un “encuentro internacional de pueblos indígenas y organizaciones sociales” que se realizaría el 17-19DIC20 en Cochabamba. Morales, ahora fuera del palacio de gobierno, pareciera que estará encargado de liderar las acciones políticas hacia Ecuador y Perú.

La agenda inmediata de los gobiernos castrochavistas busca la reactivación de Unasur, con el alto apoyo del gobierno de Argentina donde probablemente sea abierta una oficina de la casi extinta organización suramericana. Ya en Buenos Aires se encuentra la estatua de Néstor Kirchner que había sido colocada en el sede de Unasur en las afueras de Quito y que fue retirada cuando Ecuador optó por abandonar el organismo y solicitar la devolución del edificio.

Las declaraciones de Morales sugieren que Bolivia junto a Argentina y México, seguramente con apoyo de algunos gobiernos caribeños, se disponen a entorpecer y desprestigiar la gestión de Luis Almagro en la Secretaría General de la OEA incluso para procurar su renuncia.

Pese a que el gobierno boliviano saliente extendió invitaciones a todos los jefes de Estado con los cuales mantiene relaciones, sólo tres comparecieron a los actos. En uno de los balcones de la sala fueron acomodados el rey Felipe VII de España junto a los presidentes de Colombia y Paraguay, Iván Duque y Mario Abdo Benítez. En el balcón contiguo estaba el presidente argentino Alberto Fernández y el vicepresidente segundo de España Pablo Iglesias, los dos miembros del denominado Grupo de Puebla, aliados extranjeros de Evo Morales y quienes convenientemente fueron acomodados uno junto al otro, sirviendo de símbolo a la confluencia en Bolivia de figuras del castrochavismo internacional, autodenominados ahora como progresistas.

La inusual presencia de Iglesias como parte de la delegación española sirvió para su lanzamiento como figura relevante de la izquierda que opera a ambos lados del Atlántico. El hecho de que la delegación española estuviera encabezada por el rey Felipe VII acompañado de la ministra de exteriores Arancha González Laya, hacía redundante la inclusión de Iglesias entre los viajeros. La composición de la delegación no está en manos de la Casa Real sino del gobierno por lo cual la decisión de situar a Iglesias el 08NOV20 en La Paz fue decidida por el presidente del gobierno Pedro Sánchez, en lo que luce como una nueva concesión al socio político que ahora procura proyección política en tierras latinoamericanas. Previamente, a raíz de la llegada del perseguido opositor venezolano Leopoldo López a España, Sánchez optó por recibirlo el 27OCT20 en la sede del partido PSOE y no en el presidencial Palacio de la Moncloa para así no perturbar a Iglesias, de lo que él mismo se jactara en entrevista con el medio izquierdista bonaerense Página 12.

En la última década Pablo Iglesias ha viajado a Latinoamérica en plan de asesor, contratista de los gobiernos castrochavistas, líder de un partido opositor español pero ahora podía hacerlo como un mandatario extranjero para celebrar con sus socios políticos. Previo a su viaje a La Paz, Iglesias acordó con algunos de sus compañeros del Grupo de Puebla y de la “Internacional Progresista” la emisión de una proclama contra “el golpismo de la ultraderecha” que circularía a propósito de su visita a La Paz. Iglesias quiere ser visto como un líder internacional y pidió que su declaración “en defensa de la democracia” fuera firmada por Dilma Rousseff, Alberto Fernández, José Rodríguez Zapatero, Rafael Correa, Evo Morales, el griego Alexis Tsipras, el candidato colombiano Gustavo Petro, el chileno Daniel Jadue y el francés Jean Luc Melenchon. Al parecer Iglesias estaría promoviendo la conformación de una nueva alianza partidista de izquierda que sumaría a los “progresistas” de ambos lados del Atlántico, una suerte de Foro de São Paulo bicontinental.

Como parte de su agenda partidista en La Paz, Iglesias se reunió con los candidatos castrochavistas la peruana Verónika Mendoza y el ecuatoriano Andrés Arauz. Iglesias igualmente cenó con el argentino Alberto Fernández con quien discutió planes conjuntos de acción internacional.

Con información de Diario Las Americas


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