
Por: Andrés Ramírez P / DIRCOM
“La mejor forma de entrarle al déficit fiscal es parando la corrupción y la criminalidad que nos cuestan 3,5% del PIB. Más de la mitad del déficit fiscal, señalaba el jurista, Juan Diego Castro en algún momento. Aunque el dato utilizado por Juan Diego Castro es verdadero, la cifra es bien disimulada.
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llamado “Los costos del crimen y de la violencia” coincide al indicar que el costo de la criminalidad en Costa Rica ascendía a cifras alarmantes.
Según este mismo estudio, para el 2020 Costa Rica se posicionaba entre las primeras naciones de la región en cuanto a costo de la corrupción en la función pública.
Hay un consenso de que la corrupción amenaza con erosionar los cimientos de gran parte del bienestar económico y la estabilidad política del país. En ese sentido, cabe señalar que el apoyo de los ciudadanos d al sistema democrático cayó considerablemente , y es que el 61% de los ticos no tiene partido político, el peor indicador en años. Los beneficios de combatir la corrupción no son sólo políticos. El beneficio económico de combatirla sería realmente sorprendente para los costarricecnses.
La corrupción afecta negativamente la asignación eficaz del gasto público, fomenta la evasión fiscal y aumenta los costos de la deuda soberana y los gastos transaccionales del sector privado. Además reduce los incentivos para la inversión, frena la productividad y la innovación privada. Podríamos seguir enumerando consecuencias, pero de que sirve ante tanta impunidad y permisibilidad por parte del tico promedio. Nos acostumbramos a la corrupción?
La mayoría de los ticos ya dejó de lado sus colores políticos, según la encuesta más reciente de CID Gallup y es que tanta corrupción y el declive económico de los últimos 20 años a provocado dicha desidia por parte de «los de a pie».
Lavado de Dinero
El día lunes, 10 de febrero de 2020, un artículo del controversial dirigente sindical, don Albino Vargas Barrantes, titulado ¿Es que acaso Costa Rica es una narco-economía?, con comentarios sobre la estremecedora noticia de el Ministro de Hacienda en aquel momento, Rodrigo Chaves Robles, la cual afirmaba que, 22 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), provienen del lavado de dinero, del dinero sucio que estaría pasando por el circuito financiero-económico del país, anualmente…” Esos 22 puntos luego fueron corregidos por el mismo ministro, frente a la Asamblea Nacional, asegurando que se trata de únicamente cuatro mil millones de dólares, es decir un tercio de lo antes afirmado o 7.3 puntos. Menos mal. Sin embargo, la pregunta general del señor Albino sigue siendo válida, la cual induce a creer que el asunto llega a las altas esferas de la estructura gobernante de Costa Rica:
¿Cuál es la naturaleza, la profundidad y el espesor de las conexiones político-gerenciales y tecnocrático-administrativas que se han venido conjuntando y conspirando para que tal cantidad de dinero esté circulando en el sistema bancario-financiero nacional, prácticamente de manera impune?, puesto que sí no hay correcciones estructurales, esa suma se multiplicará más pronto que tarde.
Esta realidad nos debe obligar a todos los costarricenses a, expresar total rechazo al crimen organizado, al mercado de estupefacientes ilegales y a todo mercado inhumano el cual pareciera darse actualmente, con la tolerancia de nuestro sistema de justicia.
Publicado originalmente el 6 de mayo, 2021
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