Los 480.000 dólares decomisados en una vivienda en Costa Rica pertenecían a Rodrigo Granda y era guardado en ese lugar como un favor al llamado «canciller» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por parte de una pareja que asegura, desconocía el contenido de la caja fuerte que custodiaban.
La casa al norte de la capital costarricense donde se halló la caja fuerte con el dinero estaba en poder del español naturalizado costarricense Francisco Eleuterio Gutiérrez Pérez y su esposa, la costarricense Cruz Prado Rojas, quien reconoció que guardaron la caja ante una solicitud de Granda.
«Fue un favor muy puntual que nos pidió (Granda) entre el año de 1997 y 1998, durante las negociaciones (de las FARC) con Estados Unidos», dijo Prado Rojas al diario local Al Día en su edición del martes. El lunes, al ser abordados por la prensa, Gutiérrez y su esposa habían manifestado que no darían más declaraciones hasta hablar con las autoridades.
Prado Rojas aseguró que «no sabíamos qué había en la caja, siempre pensamos que eran documentos» y reconoció que de la misma época existe un poder legal otorgado a ella por Granda, que formaba parte del mismo favor.
Durante esos años Granda e incluso uno de los jefes de las FARC ahora fallecido, Raúl Reyes, visitaron Costa Rica en varias oportunidades e incluso gestionaron ante las autoridades costarricenses el traslado desde México de una oficina política, pero la petición les fue denegada.
Reyes además exploró la eventual mediación en el conflicto colombiano del entonces ex presidente y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, que nunca fructificó según reconoció días atrás el mismo mandatario y también sostuvo reuniones con el entonces director de la Oficina Andina del Departamento de Estado estadounidense, Philip Chicola, de acuerdo a publicaciones del periódico El Tiempo de Bogotá.
Precisamente la información sobre los 480.000 dólares surgió de una de tres computadoras confiscadas por las autoridades colombianas tras bombardear el 1 de marzo el campamento en suelo ecuatoriano de Reyes, uno de los siete jefes de las FARC.
En un mensaje contenido en una de las computadoras, Granda le comunicaba a Reyes sobre el dinero guardado en la casa de la pareja, con indicaciones que permitieron un rápido allanamiento en la vivienda.
Aunque el caso ha provocado revuelo en los círculos políticos costarricenses, el fiscal general en aquel momento, Francisco Dall’Anese indicó que no existe una causa judicial contra Gutiérrez ni otras personas por el tema.
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