El ministro de exteriores ruso señaló que su principal asunto es la «posición clara sobre la inadmisibilidad de ampliación de la OTAN hacia el este» y el armamento ofensivo hacia Rusia
El Kremlin declaró este jueves que «no hay muchos motivos para el optimismo» en las repuestas de EE.UU. y la OTAN a sus propuestas sobre la seguridad europea, pero precisó que aún «hay perspectivas para un diálogo».
«Todos los documentos los tiene ahora el presidente (Vladímir Putin). Se necesitará tiempo para analizarlos. No nos vamos a dar prisa con las conclusiones (…) Pero no hay muchos motivos para el optimismo», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien agregó que aún hay posibilidades para un diálogo, porque eso está en los intereses tanto de Rusia, como de EE.UU.
Peskov señaló que el propio secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijeron ayer de una «forma inequívoca» que rechazan las principales preocupaciones que había planteado Rusia en las propuestas de seguridad, remitidas a finales de diciembre.
El portavoz del Kremlin reiteró que Putin conoce el contenido de las respuestas de Occidente, que están siendo analizadas en la Administración presidencial y el Gobierno, así como en el Consejo de Seguridad ruso.Peskov señaló que no cabe esperar una pronta respuesta de Rusia, puesto que EE.UU. y la OTAN tardaron más de un mes en estudiar la propuesta rusa. «Por eso tampoco hay que esperar que nuestra reacción sea inmediata», dijo Peskov durante su rueda de prensa telefónica diaria.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo a su vez que se llevarán a cabo «consultas interdepartamentales», y luego su resultado será comunicado al presidente ruso. «El presidente decidirá nuestros próximos pasos», dijo Lavrov. Agregó que «el contenido del documento (la carta de EE.UU.) es una reacción que permite esperar el comienzo de una conversación seria, pero sobre asuntos secundarios». «Sobre el asunto principal en ese documento no hay una reacción positiva», subrayó, en alusión a la negativa de la Alianza de renunciar a la política de puertas abiertas, tal y como ha pedido Rusia para evitar el ingreso en el bloque de antiguas repúblicas soviéticas.
«El asunto principal es nuestra posición clara sobre la inadmisibilidad de ampliación de la OTAN hacia el este y del emplazamiento de armamentos ofensivos que pueden amenazar el territorio de la Federación Rusa», insistió. El Kremlin señaló que por el momento no se preparan nuevos contactos entre los líderes de Rusia y EE.UU. a raíz de la respuesta de Washington a las demandas rusas y más adelante ambos presidentes decidirán «si necesitan hablar y cuándo».
Con información de EFE
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