Tildado de homofóbico por realizar una gira evangelística en Escocia, la cual fue cancelada, el predicador Franklin Graham acaba de recibir la noticia de que le indemnizaran por tal acción discriminatoria.
El tribunal de la ciudad de Glasgow en Escocia ordenó recientemente que se le cancele una indemnización a Graham tras la cancelación de su cruzada evangelística allí tras acusaciones de homofobia.
Según la sentencia, el juez del Tribunal del Sheriff de Glasgow dijo que el Scottish Event Campus (SEC) discriminó los eventos de la Asociación Evangelística Billy Graham, ya que el haría una serie de reuniones en mayo de 2020 dentro del estadio Hydro, los cuales se cancelaron por acusaciones de grupos LGBT contra Graham.
Las acusaciones legales especificaban que había hecho “publicidad adversa reciente” y cuestionaba sus puntos de vista bíblicos sobre la homosexualidad y el islam; además argumentaron que se cancelaron debido a problemas de seguridad y manifestaciones LGBT contra los eventos.
El juicio recordó que el SEC había acordado hacer “eventos de alcance evangélico”, y el juez McCormick, expresó que las preocupaciones por la seguridad no eran la principal razón para que se cancelara la cruzada, y dijo que “el evento fue cancelado luego de la presión de las autoridades y grupos religiosos. El Ayuntamiento de Glasgow presionó para cancelar la reserva, ya que podría ofender a otros», decía el informe del caso.
Una de las personas que contribuyó a la cancelación de la misma fue el colíder del Partido Verde, Patrick Harvie, quien presionó repetidamente para que se cancelara el evento, además del ministro de la Iglesia de Escocia, Bryan Kerr, hizo lo mismo por su parte enviando una petición.
“Las opiniones de Graham no son la ideología dominante y que no encajan cómodamente con muchos cristianos en Escocia», dijo Kerr en apoyo a la Red Interreligiosa LGBT+ de Glasgow.
«Por lo tanto, se deduce que la decisión de cancelar fue una violación de la Ley de Igualdad de 2010, en la medida en que el evento se canceló como una respuesta comercial a las opiniones del objetor», dijo el juez McCormick como conclusión del caso.
«El derecho a contratar un orador en el evento evangélico, en aras de una creencia religiosa o filosófica, está protegido por la ley», añadió.
Graham por su parte celebró la victoria como “una clara demostración que apoya la libertad de expresión y religión en el Reino Unido”.
“Este caso nunca se trató de remedios financieros, se trató de preservar la libertad religiosa en el Reino Unido”, finalizó.
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