
El acontecimiento se produjo en plena carrera del Partido Republicano para elegir a su candidato para las próximas elecciones presidenciales Robertson, de 93 años, fue uno de los fundadores de la Coalición Cristiana, un movimiento político muy influyente que puso todo su músculo detrás de candidatos conservadores y que tuvo su máxima expresión de poder en 1994, cuando logró que las dos cámaras del Congreso tuvieran mayoría republicana, algo que no se había sucedido en décadas.
Ese movimiento político sigue muy vivo en EE.UU. y ha conseguido victorias importantes en los últimos años. La más importante, el giro conservador en el Tribunal Supremo durante la presidencia de Donald Trump, que tuvo la oportunidad de nombrar a tres magistrados.
Trump fichó a Pence como presidente para ganarse la confianza del electorado evangélico, clave en su victoria electoral de 2016.Cuando Robertson inició su andadura televisiva en la pequeña televisión que fundó en 1960, Christian Broadcasting Network, para muchos líderes protestantes la idea de mezclar religión y política no era aceptable. Cada una de ellas tenía su espacio.
El legado de Robertson es haber cambiado esa posición y hacer de la derecha evangélica algo convencional. Cualquiera que haya puesto la radio por las carreteras estadounidenses conoce la presencia ineludible de predicadores que hablan tanto de fe como de política.
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