Los israelíes de todo el mundo sintieron el dolor de otras dos vidas perdidas por la violencia cuando los hermanos Hillel y Yagel Yaniv (de 21 y 19 años) fueron asesinados por un terrorista en un semáforo de la ciudad árabe de Huwara, en Samaria, el pasado mes de febrero.
Nada puede compensar las vidas perdidas, pero la familia Yaniv se consoló el pasado domingo al ver los ojos de sus jóvenes en tres pacientes que recibieron sus córneas mediante donación y trasplante de órganos.
Los Yaniv se reunieron el domingo con los tres pacientes -Ziona Zalzberg, Ron Carmeli e Itzhak Buskila- en el Hospital Beilinson de Petach Tikvah, donde los médicos realizaron las operaciones. El hospital realiza el 70% de las operaciones de trasplante de Israel.
Zalzberg, una mujer de 68 años que ahora puede ver lo suficientemente bien como para volver a viajar y no ser una carga para su familia, dijo a Esti y Shalom Yaniv: «Les doy las gracias desde el fondo de mi corazón por la luz que han encendido en mis ojos. Les agradezco su noble alma y su decisión de hacer algo tan valiente que repercutirá para siempre en mi vida», y añadió. «Nunca olvidaré el regalo que me has hecho».
Buskila, trabajador de logística de almacén de 42 años para un distribuidor de alimentos y padre de 3 hijos, tenía una vista tan pobre que le incapacitaba en gran medida para su trabajo. Eso cambió con su nueva córnea.
Gracias al trasplante, Carmeli, de 66 años, pudo ver a su nieta y jugar con ella como lo hacen los abuelos normales.
Shalom Yaniv, padre de Hillel y Yigal, expresó el corazón de la familia. «Deseamos para los receptores que vean el mundo desde la perspectiva del bien y la felicidad como lo veían los dulces Yagel y Hillel», dijo. «Sus grandes y hermosos ojos seguirán iluminando nuestro mundo a través de estos cuatro beneficiarios. Nos da la esperanza de que, incluso después de su fallecimiento, sigan ayudando a los demás».
Los pacientes y la familia no fueron los únicos conmovidos por la reunión. La Dra. Irit Bahar, jefa de Oftalmología del hospital, que realizó los trasplantes con el Prof. Eytan Livny y ayudó a los pacientes a recuperarse, recordó: «Fue increíblemente emotivo estar en la sala cuando la familia Yaniv conoció a Ziona, Ron e Itzhak, que expresaron su gratitud a la familia y a Yagel y Hillel, a quienes nunca conocieron, pero con quienes se sienten en deuda por haberles dado el don de la vista» .
La Dra. Bahar destacó la importancia de la curación emocional que tiene lugar tanto en la familia del donante como en los pacientes durante una transición tan estresante. Subrayó: «Era importante que Ziona, Ron e Itzhak se reunieran con la familia Yaniv y compartieran su gratitud en persona».
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