Por: Andrés Ramírez P/DIRCOM
Cientos de haitianos acamparon el fin de semana viernes alrededor de la plaza principal de Puerto Príncipe, mientras los ataques nocturnos de bandas armadas empujaban a personas ya desplazadas a buscar refugio donde pudieran.
En estos momentos el control, de las grandes ciudades, sobre todo de la capital de Puerto Príncipe y de las vías de comunicación entre esta y las provincias, está en manos de las bandas de gánsteres, que prácticamente dominan todo intercambio comercial, ante la ausencia del Estado, indican los medios internacionales.
La banda Gran Ravine, dirigida por Renel Destina, lleva semanas cercando el barrio densamente poblado de Carrefour Feuilles, obligando a que trabajadores humanitarios se retiren y a que miles de personas huyan de sus hogares. La banda ha tomado varios templos según el relato de misioneros cristianos en el lugar. La policía, con escasos recursos, ha luchado por contener la violencia.
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