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Un predicador callejero cristiano de Glasgow (Escocia) recibirá una importante indemnización después de que la policía lo detuviera y arrestará ilegalmente por una denuncia infundada sobre su supuesto «lenguaje homófobo» en 2022.
Por el falso arresto, la Policía de Escocia pagará a Angus Cameron más de 6.900 dólares estadounidenses y más de 11.900 dólares en honorarios legales, según The Christian Institute, la organización de vigilancia cristiana sin fines de lucro que representó a Cameron en el caso.
Cameron, antiguo pastor de la Iglesia Bautista de Cumnock, estaba predicando en la calle Buchanan de Glasgow en enero de 2022 cuando se le acercaron agentes de policía que le dijeron que se detuviera inmediatamente, según The Daily Mail.
Le registraron en la calle delante del público, le esposaron y le dijeron que le detenían por «alteración del orden público con agravante homófobo», informó Christian Today.
El pastor negó enérgicamente la acusación al agente que lo detuvo, que lo metió en la parte trasera de un vehículo policial durante más de una hora antes de dejarlo en libertad. Al pastor, de 52 años, le dijeron supuestamente que el asunto se trataría «a su debido tiempo».
Dos días después, Cameron recibió una llamada telefónica del agente, informándole de que no sería procesado. Sin embargo, el agente había archivado un «informe de incidente de odio no delictivo» con su nombre en la base de datos de la policía, a pesar de que no se había cometido ningún delito, informó Christian Today.
Cameron se puso en contacto con el Instituto Cristiano para tratar su caso. La organización obtuvo entonces el informe de su detención.
El Instituto Cristiano declaró a The Daily Mail que las notas del caso mostraban que los agentes no tenían motivos para sospechar que el predicador hubiera cometido un delito, lo cual es necesario para una detención legal. La organización demandó entonces a la policía por detención ilegal, discriminación y violación de los derechos humanos.
«Su predicación no iba dirigida a individuos. No utilizó un lenguaje ofensivo. No era agresivo. No intentaba ofender. Simplemente citaba la Biblia. No hubo ningún tipo de criminalidad», declaró a Christian Today Simon Calvert, subdirector de asuntos públicos del Instituto.
«Nos complace haber podido ayudar a Angus a emprender una acción legal y creemos que fue gracias a la solidez de su demanda legal que la policía se vio obligada a llegar a un acuerdo extrajudicial y a pagar los daños y perjuicios y las costas legales», declaró Calvert.
Además, conseguimos que se eliminara de los registros de Police Scotland toda referencia a este «no delito» infundado», añadió.
Y Police Scotland anunció recientemente que estaba revisando su política sobre el registro de incidentes de odio no delictivos.
Es la segunda vez en los últimos años que las autoridades locales cuestionan los derechos de los cristianos evangélicos a expresar sus opiniones religiosas en Glasgow.
Como informó CBN News en octubre de 2022, el Tribunal del Sheriff de Glasgow encontró que Franklin Graham y su organización, la Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA), fueron discriminados cuando el Scottish Event Campus (SEC), el mayor espacio para eventos de Escocia, canceló un evento del ministerio en 2020.
El sheriff John McCormick escribió que el SEC había violado la Ley de Igualdad del Reino Unido de 2010 al pregonar las opiniones de los manifestantes e ignorar a los partidarios de Graham, que querían ver cómo se desarrollaba el evento.
McCormick concedió a la BGEA 109.927 dólares en concepto de daños y perjuicios, argumentando que el local cedió a las presiones del público y declaró que la ley no puede avalar una situación en la que una «reunión cristiana mayoritaria» sea castigada por desacuerdos sobre creencias.
Aunque la protesta está permitida, escribió que no hay derecho a «silenciar» o «impedir asambleas religiosas».
«Se expresa la preocupación de que existe la posibilidad de que el Sr. Graham haga comentarios homófobos e islamófobos», dijo McCormick. «No he encontrado ninguna prueba en ese sentido».
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