Astrónomos israelíes del Instituto Weizmann lograron un avance importante en el estudio de las supernovas, como se conoce a las explosiones de estrellas en nuestro universo, informó Reuters.
Hace unos 20 millones de años una gran estrella explotó y envió elementos que representan los componentes básicos de la vida a través del espacio.
Hace aproximadamente un año, por casualidad, cuando la luz que emitía llegó a la Tierra, un equipo de científicos en Israel la observó y por primera vez recopiló datos sobre las primeras etapas de una explosión de este tipo, conocida como supernova.
La imagen que están elaborando ofrece una mirada detallada a los orígenes de elementos cruciales que nos rodean, incluido el calcio de nuestros dientes y el hierro de nuestra sangre.
“En realidad estamos viendo el horno cósmico en el que se forman los elementos pesados, mientras se forman. Lo estamos observando mientras sucede. Esta es realmente una oportunidad única”, dijo Avishay Gal-Yam, astrofísico del Instituto Weizmann de Ciencias.
Los hallazgos, publicados este miércoles en la revista Nature, también indican que la estrella gigante, ubicada en una galaxia vecina llamada Messier 101, probablemente dejó un agujero negro después de su explosión.
Un astrónomo aficionado que estaba observando esa galaxia advirtió a los investigadores que algo parecía estar ocurriendo.
Rápidamente enfocaron sus telescopios terrestres hacia la estrella y comenzaron a documentar las primeras etapas de la explosión.
El equipo, que incluye al estudiante de doctorado y autor principal del estudio, Erez Zimmerman, se puso en contacto con la NASA, que cambió su cronograma y apuntó el Telescopio Espacial Hubble hacia la supernova.
Esto permitió la observación en etapa inicial de la luz ultravioleta de la explosión, que es bloqueada por la atmósfera y no captada en la Tierra.
Junto con elementos de seguimiento como carbono, nitrógeno y oxígeno lanzados al espacio, los datos ultravioleta mostraron una discrepancia entre la masa inicial de la estrella y la masa que expulsó al espacio durante la explosión.
“Sospechamos que después de la explosión quedó un agujero negro, un agujero negro recién formado que no estaba allí antes. Son los restos de la explosión. Una pequeña parte de la masa de la estrella colapsó hacia el centro y creó un nuevo agujero negro”, dijo Gal–Yam.
Los agujeros negros son objetos extraordinariamente densos con una gravedad tan fuerte que ni siquiera la luz puede escapar.
Habiendo creado una especie de huella digital de la supernova de principio a fin, Gal-Yam dijo que podría ayudar a los científicos a identificar supernovas inminentes en otros lugares.
“Tal vez en los próximos años podamos decir, no para todas las estrellas, pero tal vez para algunas de ellas, esta estrella que creemos, sospechamos, va a explotar”, añadió Gal–Yam. “Eso será fantástico y entonces sabremos que estamos ahí y preparados”.
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