Jinetes, Caballos y La promesa De Su Regreso

Los jinetes del Apocalipsis aparecen en el último libro del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, también conocido como «La Revelación». Estos jinetes son cuatro, y representan las catástrofes que el profeta Juan (siglo I d.C.) presagió para el fin del mundo.

En la escena bíblica (Apocalipsis, capítulo 6, versículos 1 al 17) Dios sostiene una sentencia que está cerrada con siete sellos. Los cuatro jinetes se manifiestan cuando se le otorga al Cordero de Dios (Jesucristo) la potestad de abrirlos.

Aunque la aparición de los jinetes de estos caballos es breve en la biblia, su estudio e interpretación ha tenido gran repercusión en la literatura y el arte cristiano por todo lo que personifican. El primer caballo es blanco, el segundo es rojo, el tercero es negro y el cuarto, pálido. A continuación su significado.

El primer jinete y su caballo blanco

«Y vi cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, y oí que uno de los cuatro vivientes decía, como voz de trueno: «Ven». Miré, y he allí un caballo blanco. El que lo montaba tenía un arco y le dieron una corona. Salió venciendo y para vencer.»

Apocalipsis 6, 1-2.

El primer jinete es el que ha causado más debates y distintas interpretaciones, pues es imagen de conquista y victoria. Pero se discute quién es verdaderamente. El color blanco es símbolo de justicia, aunque lleva un arco para extender la palabra de Dios, al parecer, por la fuerza.

En la antigüedad se decía que era la personificación de Cristo, que vendrá a acabar con el mal en el mundo. La corona representa la autoridad de su reino y el caballo blanco su pureza. Esta es la forma de entenderlo también por teólogos modernos como W. Hendriksen o Alfred Loisy.

Otros estudiosos encuentran inapropiada tal interpretación, pues ven como contradicción la aparición de Jesucristo antes de la manifestación de los demás jinetes: el rojo (la guerra), el negro (el hambre), y el pálido (la muerte). Teólogos como D. Buzy señalaron que este jinete era el ángel de la guerra, pues todavía faltaban calamidades antes de la venida de Cristo.

Aun más, hay estudiosos de la biblia, como D. Jeremiah, que vinculan al jinete del caballo blanco con el anticristo. Sugieren que este se presentará en la Tierra como un imitador de Jesús y conquistará con falsos testimonios el corazón de muchos. Pero esto sólo será el comienzo de una gran tribulación.

El segundo jinete y su caballo rojo

«Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: «Ven». Salió otro caballo color de fuego. Al que lo montaba le permitieron arrebatar la paz a la tierra y hacer que se enfrentasen unos con otros. A este le dieron una gran espada».

Apocalipsis 6, 3-4.

El segundo jinete es conocido como el jinete de la guerra. Este representa la destrucción y las desdichas traídas por la violencia en el fin de los tiempos.

La gran espada simboliza el poder que tiene para hacer daño, y el color rojo de su caballo, traducido en algunas versiones de la biblia como «color fuego», habla de la ferocidad de los conflictos.

El tercer jinete y su caballo negro

«Cuando abrió el tercer sello, oí al tercero de los vivientes que decía: «Ven». Miré y había otro caballo negro. El que lo montaba tenía en su mano una balanza. Luego oí cómo una voz en medio de los cuatro vivientes dijo: «Un denario por el kilo de trigo, un denario por tres kilos de cebada, pero no toques el aceite ni el vino».

Apocalipsis 6, 5-6.

El tercer jinete se asocia al hambre. La balanza representa que todo se medirá, pues se interpreta que habrá escasez de alimentos. Lo que además traerá consigo aumentos en los precios de los cereales esenciales.

La voz que se escucha en estos versículos, sin embargo, hace entender que la hambruna no afectará a los ricos, pues bienes como el aceite y el vino seguirán disponibles. Mas algunas personas ni siquiera los podrán tocar.

Jinete del caballo negro

Miniatura medieval en un manuscrito del Apocalipsis del siglo XIII. La pintura representa al jinete que monta el caballo negro y lleva la balanza en su mano para medir el peso del los escasos alimentos.

El cuarto jinete y su caballo pálido

«Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto viviente que decía: «Ven». Miré y he aquí un caballo pálido. El que lo montaba tenía por nombre ‘Muerte’, y el Hades lo seguía. Se les dio potestad sobre la cuarta parte del mundo para matar con espada, hambre, y con las fieras de la tierra.»

Apocalipsis 6, 7-8.

El cuarto jinete es nombrado de modo explícito: Muerte. Además, este es el único que va acompañado. Los intérpretes de esta alegoría indican que, según el relato de Juan de Patmos, buena parte del planeta sufrirá pestes, hambre y violencia hacia el final de los tiempos.

El caballo pálido en algunas traducciones bíblicas es descrito como un caballo amarillento. Esto porque el color en el texto griego original es χλωμóς, color que los antiguos griegos usaban para hablar de la piel de los enfermos.

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