Según trascendió a través de diferentes medios locales e internacionales, el gobierno de Nicaragua habría cerrado más de1.500 organizaciones sin fines de lucro, incluyendo a cientos de grupos evangélicos.
El gobierno dictatorial de Ortega, los acusa por aparentes irregularidades en sus estados financieros, según los afectados dichas denuncias forman parte de una ofensiva contra grupos que no están aliados con el gobierno.
En lo que apariencia se desarrolla como una persecución religiosa, podría tratarse de una medida del régimen nicaragüense de Daniel Ortega para consolidar su control sobre el país y grupos opositores. La vicepresidente Rosario Murillo y la ministra del Interior María Amelia Coronel están directamente implicadas en el cierre de las organizaciones religiosas, afirman medios internacionales.
El gobierno no sólo está cerrando las organizaciones sin fines de lucro, sino que también está confiscando sus bienes para el Estado. Vatican News informa: “La Procuraduría General de la República será ahora responsable de transferir los bienes muebles e inmuebles en nombre del Estado de Nicaragua”.
Durante años, el gobierno nicaragüense ha perseguido a los líderes cristianos que se han pronunciado en contra de los abusos de los derechos humanos en el país. Esta vez, Vatican News afirma que algunos grupos católicos han sido objeto de ataques, pero la gran mayoría de los ministerios clausurados estaban “afiliados a comunidades evangélicas”, se lee en las paginas de Biblia Todo.
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