Por: Andrés Ramírez P/DIRCOM
El sábado 7 de octubre de 2023, hace 12 meses, se registró un sorpresivo ataque por parte del grupo militante palestino Hamás contra el sur de Israel, por muchos considerado como el peor que ha sufrido el país desde su creación. Desde entonces la respuesta de Israel ha sido contundente y en extremo sangrienta, dividiendo la opinión publica y provocando un sisma geopolítico sin precedentes.
La creación del Estado de Israel, es uno de los factores clave en el origen histórico del conflicto entre Israel y Palestina, un asunto sumamente complejo y polémico que ha implicado a numerosas partes a lo largo del tiempo.
Un año después los frentes de guerra se ampliaron considerablemente sumando a: Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen, las milicias chiítas en Irak y Siria, e Irán y la insinuación de Rusia en contra de Israel lo cual implicaría una confrontación termonuclear catastrófica, según los expertos internacionales.
Según trascendió, Israel causó daños colaterales a bases militares de la ONU durante su despliegue bélico en contra de las células terroristas de Hezbolá, lo cual ha implicado el rechazo de la comunidad internacional y por su puesto del Organismo Internacional.
Cabe señalar que, la guerra contra Hezbolá es acertada por el peligro que implica, no sólo para la región de Medio Oriente sino también por sus nexos con los carteles del narcotráfico en Latinoamérica, aún así el gobierno de Israel debe ser cuestionado por su alineamiento a la agenda 20/30, por otro lado, la guerra contra el terrorismo y las organizaciones narco delictivas, debe terminar con la eliminación total de estas células, sin que esto representa más daños colaterales a la infraestructura civil y a los habitantes de las diferentes locaciones en donde se están llevando a cabo dichos ataques. Caso contrario el mensaje que se estaría enviando a los observadores, seria mas el de una tiranía que el de una avanzada en pos de la paz y la libertad.
Sobre esta misma línea, se pone en duda sí Israel pretende extender su territorio y protagonizar una hegemonía geopolítica usando la inestabilidad política y social de sus vecinos. Siendo así esto sería el escenario perfecto, para una escalada bélica que pueda sumar a los intereses personales de Netanyahu y los Sionistas.
Por otra parte, cabe señalar en tono alarmante y con signos de admiración, que Netanyahu acaba de anunciar que la respuesta contra Irán será sorprendentemente grande y contundente lo que sugiere como antes mencioné una eventual la intervención de Rusia en el marco de una tercera guerra mundial con características apocalípticas.
Dentro del análisis se sobreentiende el acomodo de los diferentes actores para el reparto del mundo en lo que se conoce como el «Nuevo Orden multipolar”, para así adentrarnos en la 4° generación industrial.
Este escenario supone un cambio radical en todo el engranaje geopolítico. Algunos expertos vaticinan la derrota de Israel y siendo así deberíamos entonces “profetizar”, una persecución como nunca en contra de judíos y cristianos, ¡convirtiendo todos estos elementos suficientes para en el preámbulo de lo que usted y yo como cristianos esperamos y sabemos… Principio de dolores!
Otras conclusiones menos alarmistas enfatizan en que Israel bien podría doblar el brazo de sus enemigos y colocarse como líder casi absoluto del medio oriente, formando parte del liderazgo global de este nuevo reacomodo internacional.
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
S. Mateo 24:6-14 RVR1960
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