
El gnosticismo, con su rechazo a la materia y su énfasis en el conocimiento secreto, fue una de las principales herejías que enfrentó el cristianismo primitivo. Pero su legado no solo pervive en textos antiguos; también se esconde en creencias modernas que han transformado el cristianismo.
El gnosticismo ha recibido un interés y atención renovados por parte de los estudiosos en los últimos años. El descubrimiento de la Biblioteca Nag Hammadi en 1945 cambió la comprensión del cristianismo primitivo y las corrientes heterodoxas que coexistieron con la Iglesia. En este hallazgo se encontraron trece códices escritos en copto con textos gnósticos, que datan de los siglos III y IV. Hasta entonces, gran parte de lo que se conocía sobre las ideas gnósticas primitivas venía de las refutaciones de los padres de la Iglesia, pero desde ese momento, los académicos tuvieron los textos en sus manos para estudiarlos.
Por ejemplo, el Apócrifo de Juan solo era conocido porque Ireneo de Lyon lo mencionó en sus escritos, pero en Nag Hammadi se encontraron cuatro copias. Muchos afirman que esta biblioteca y los Rollos del Mar Muerto constituyen los descubrimientos de textos antiguos más grandes de la Edad Contemporánea. Sin embargo, este no fue el único hallazgo de textos gnósticos. En 1970, se encontró el Evangelio de Judas, del cual solo se tenía conocimiento por la crítica de Ireneo.

Este interés renovado, especialmente por parte de académicos no cristianos, ha llevado a algunos a ofrecer una imagen más positiva del gnosticismo y, por lo tanto, más negativa de la ortodoxia cristiana. Por ejemplo, la historiadora Karen King afirma en su libro What is Gnosticism? (¿Qué es el gnosticismo?) que dicho término es una construcción moderna basada en las críticas de los padres de la Iglesia, y que la oposición entre ortodoxia y herejía ha distorsionado la historia del mundo. King afirma que, en realidad, el gnosticismo no es otra cosa que una variedad de interpretaciones cristianas primitivas, y que su exclusión de lo “ortodoxo” fue un proceso ideológico.
A medida que muchos académicos no cristianos trabajan para desdibujar los límites de lo que es el cristianismo ortodoxo, la Iglesia se enfrenta al desafío de comprender de qué se trata el gnosticismo y defenderse de sus ideas. Pero las creencias gnósticas no son solo un asunto académico; muchos de sus principios están invadiendo al evangelicalismo actual. Por eso, necesitamos preguntarnos: ¿cómo es que la Iglesia primitiva se enfrentó al gnosticismo? ¿Qué lecciones nos deja para enfrentar, por ejemplo, sus ecos en el actual evangelio de la prosperidad?

Definición de gnosticismo
El gnosticismo tiene un lugar importante en la historia de la Iglesia, pues constituyó quizás la mayor amenaza para la fe de los cristianos en los primeros siglos. Pero ¿de qué se trató? De manera general, fue un conjunto de sistemas religiosos y filosóficos que, entre los siglos I y III, enfatizaron el conocimiento secreto como el camino para la salvación. La raíz de esta palabra es γνωστικός (gnōstikós), que significa “tener conocimiento”. Quienes creían en alguna forma de gnosticismo buscaban un conocimiento espiritual personal para alcanzar lo divino, en lugar de seguir enseñanzas ortodoxas, tradiciones o la autoridad de instituciones religiosas.
Pero hemos dicho “de manera general” ya que el gnosticismo, a diferencia del judaísmo o el cristianismo, era una colección de creencias y no una religión con parámetros definidos. Por cuanto la experiencia personal del conocimiento era central, muchas formas de pensamiento y práctica se creaban a medida que se levantaban guías espirituales. Además, como los líderes buscaban ser iluminados y encontrar la manera precisa de entender lo divino, muchos de ellos se permitían recibir influencias de diferentes religiones, principalmente el judaísmo y el cristianismo, pero también otras como el neoplatonismo, el budismo y los cultos místicos del Cercano Oriente.|
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