Una vez hace algún tiempo, las niñitas soñaban con su boda, imaginándose en vestidos blancos, llevando amos de flores, y caminando por el pasillo para encontrarse con el hombre de sus sueños. Era una visión de amor y acompañamiento como en un cuento de hadas. Pero en el mundo de hoy día, ese sueño se ha transformado en lo que muchas mujeres ahora ven como una pesadilla.
La mujer de hoy en vez de eso, sueña con ser una CEO, influencer de redes sociales, celebridad, o “la jefa”. El encanto del poder corporativo y la independencia personal le han hecho sombra al matrimonio tradicional y a las aspiraciones de una familia.
De acuerdo el Buró de Censo de Estados Unidos, la edad mediana para el primer matrimonio entre las mujeres ha subido a 28.6 años, el mas alto en el registro. Investigación del Pew Research Center indica que dos tercios de las mujeres (66%) priorizan sus carreras, con el 77.8% de madres con hijos menores de 18 en la fuerza laboral, comparado con 47% en 1975.
Ya sea que es buscando una educación como preparación para una carrera o la influencia de los medios sociales, ambos han contribuido a el declive del interés de las mujeres en el matrimonio. Hasta enero del 2023, las mujeres representan el 54% de los usuarios de las redes sociales, haciendo contacto con la plataforma 2.8 veces mas que su contraparte masculina.
Históricamente, una mujer que recibe atención de un circulo cerrado de tres a ocho amigos, con solo un numero pequeño de varones. Hoy, una mujer puede sin esfuerzo capturar la atención sin precedentes del varón – una reservada para los famosos – directamente por medio de su teléfono. Ahora, al compartir imágenes cautivadoras en los medios sociales, ella puede reunir miles de me gusta, cientos de comentarios, y mensajes en curso de hombres alrededor del mundo.
Con estas plataformas de medios sociales, ella experimenta una descarga de dopamina que previamente no había tenido igual en sus interacciones sociales. Esta nueva realidad disminuye su dependencia de interacciones sociales en persona con los hombres, intensificando su adicción a los celulares mientras que las redes sociales rápidamente gratifican sus necesidades y deseos.
De hecho, las mujeres deberían casarse, y aquí hay cinco razones de peso, todas con Resecar raíz en la verdad y apoyadas por evidencia estadística.
- Apoyo emocional y psicológico
El matrimonio provee un compañerismo único y vital, ofreciendo apoyo moral crucial para el bienestar. Tener un compañero con quien compartir los gozos y retos de la vida puede significativamente reducir los sentimientos de soledad y estrés, proveyendo un sistema de apoyo confiable. Las mujeres casadas comúnmente reportan niveles más altos de satisfacción de la vida, tazas menores de depresión y ansiedad, y un incremento en su autoestima comparado con su contraparte soltera.
Mujeres, diseñadas por Dios para buscar apoyo emocional y psicológico, naturalmente gravitan hacia los hombres quienes puedan proveer esta estabilidad y seguridad. Esta inclinación con raíces profundas en asegurar un entorno seguro, no solo para la mujer sino también para criar hijos. La sabiduría bíblica resalta la importancia de que un esposo encarnando rasgos masculinos tales como la provisión y protección, particularmente durante los periodos vulnerables como el embarazo y el parto.
La escritura claramente instruye a los esposos en esto, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. (1 Pedro 3:7).
Este versículo es un fuerte recordatorio para los esposos sobre el apoyo esencial que sus esposas mere medio del amor y cuidado. Resalta la necesidad de entendimiento y consideración, honorando la sociedad convencional para la cual fue creado el matrimonio. Cuando los esposos abrazan esta forma de pensar, ellos apoyan a sus esposas, mejorando su bienestar emocional. Este respeto mutuo y apoyo en el matrimonio no solo fortalecen la relación, sino que también crean una atmosfera nutrida donde las mujeres pueden prosperar.
Un compendio de investigación a través de los años ha revelado que las mujeres casadas reportan niveles de estrés menores y niveles altos de apoyo emocional comparado con las mujeres solteras. Además, las mujeres casadas tienen un 20 por ciento de menor riesgo de desarrollar depresión.
- Crecimiento personal y espiritual
El matrimonio es un viaje poderoso que promueve el crecimiento personal y espiritual. Nos empuja a desarrollar virtudes clave como la paciencia, altruismo y humildad – cualidades que son cruciales para el crecimiento y la madurez. La investigación muestra que las personas casadas son mas felices, mas satisfechas con sus vidas, y más seguras.
Además, el matrimonio crea un espacio sagrado para que las parejas crezcan espiritualmente conforme enfrentan los retos de la vida. Es una oportunidad para profundizar el amor, practicar el perdón, y cultivar el entendimiento – cualidades que reflejan el carácter de Dios.
Efesios 5:25-27 dice,
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
El matrimonio provee un espacio de apoyo para que la mujer florezca, donde su esposo es llamado a animarla en el crecimiento de la Palabra de Dios.
¿Cuáles son los beneficios de una mujer comprometida en matrimonio centrada en el crecimiento espiritual? De acuerdo a el Proyecto Nacional de Matrimonio, las mujeres casadas tienen mas probabilidad de participar en actividades religiosas regulares y reportan un bienestar espiritual mas alto, lo que lleva al crecimiento general personal y satisfacción con la vida. El matrimonio presenta oportunidades para transformación personal y espiritual mientras las parejas trabajan para construir una unión fuerte y perdurable enraizada en el amor de Cristo.
- Bienestar económico
El matrimonio comúnmente lleva a una estabilidad financiera mayor y seguridad económica. Las parejas pueden aunar recursos, compartir responsabilidades, y planear para su futuro juntos, haciendo más fácil alcanzar las metas financieras. Además, los estudios muestran que las mujeres casadas ganan mas dinero que sus contrapartes solteras y tienen un nivel de pobreza menor.
En el matrimonio, la unión de dos personas crea una red mas extensa de apoyo y conexiones. Las parejas pueden construir riquezas juntos y alcanzar el éxito financiero al compartir los gastos y contribuir a los ingresos del hogar. La estabilidad económica alberga un sentido de seguridad y paz mental, permitiéndole a las mujeres que se concentren mas efectivamente en su desarrollo personal, así como en su matrimonio y aspiraciones familiares. Las mujeres casadas también tienen más márgenes y tiempo financieros lo cual es critico si una mujer quiere tener la opción de quedarse en casa con sus hijos o supervisar su educación, apoyar su iglesia y comunidad, y eventualmente ayudar a cuidar por un grupo de padres ya mayores y de nietos.
Las mujeres casadas obtienen recompensas financieras significativas comparadas con sus colegas solteras. En el 2021, las parejas casadas tenían un ingreso medio de $91,162, mientras que las mujeres solteras recibían apenas $41, 797 – una brecha de ingresos clara. Esta ventaja se extiende a la construcción de la riqueza; en el 2019, las parejas casadas tenían un valor medio que sobrepasaba $200,000 dólares, mientras que las mujeres solteras solo $47,000. Este obscuro contraste muestra que las mujeres casadas disfrutan no solo de ingresos mas altos sino de una gran salud en general, subrayando la estabilidad financiera que un matrimonio puede proveer.
- Legado familiar
Además de honrar a Dios como un reflejo de Cristo en la iglesia, el propósito fundamental del matrimonio es crear un legado familiar robusto y perdurable. El matrimonio provee una base estable para criar niños en un ambiente amoroso y comprometido, promoviendo su bienestar emocional, físico y espiritual.
La investigación muestra que los niños de matrimonios intactos tienen mejores resultados en la vida, incluyendo un desarrollo académico alto, un riesgo mas bajo de abuso de sustancias, y una probabilidad reducida de embarazo de adolescentes. En contraste, hijos de hogares de un solo padre comúnmente enfrentan grandes retos relacionados con los factores socioeconómicos y participación de los padres.
Los resultados del Institute for Family Studies indica que los niños criados en hogares casados generalmente se desempeñan mejor académicamente y exhiben menos problemas del comportamiento, subrayando los beneficios de una estructura familiar estable.
Aún más, el matrimonio les permite a las parejas pasar sus valores, tradiciones y fe a la próxima generación. Proverbios 22”6 “Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”.
- Gozo mutuo
Los individuos quienes buscan el matrimonio lo hacen por el gozo que provee. Este gozo es una ventaja significativa de matrimonio, sirviendo como un pilar fundamental para el bienestar social y felicidad de la pareja. En un matrimonio amoroso, las mujeres comúnmente experimentan un gozo compartido que viene de celebrar los logros, crear recuerdos preciados, y navegar los retos de la vida juntos.
El apoyo del conyugue amplifica los momentos de felicidad, haciendo que las experiencias ordinarias se sientan extraordinarias. Este lazo alberga un entorno donde ambos conyugues pueden expresar sus intereses, sueños y emoción, enriqueciendo sus vidas. Aún más, participar en actividades compartidas – ya sea tradiciones familiares, pasatiempos, o practicas espirituales – cultiva un gozo duradero enraizado en la unidad.
Dios creó el matrimonio como una institución divina para Su gloria y la felicidad de la pareja. Salmos 126:3 nos recuerda, “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”.
Un matrimonio fundado en la fe y el amor puede llevar al gozo abundante que resuena a través de toda la familia. Tal gozo mutuo no solo aumenta la satisfacción relacional sino también contribuye positivamente a el bienestar mental, haciéndolo un aspecto vital de las experiencias de la mujer en el matrimonio.
La Escritura lo deja claro; “Mejor son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”. (Eclesiastés 4:9).
Conclusión
Como en mi articulo previo “Cinco Razones Por Las Que Debe Casarse Un Hombre” alentó a los hombres a tomar responsabilidad por este asunto, yo reto a las mujeres a hacer lo mismo. Nuestra cultura cuestiona cada vez más e incluso ridiculiza el matrimonio. El feminismo ha impulsado a las mujeres a adoptar roles tradicionalmente masculinos en educación y carreras, comúnmente obligándolas a elegir entre el éxito profesional y un matrimonio satisfactorio y perdurable.
Hoy, el arquetipo de la mujer que busca matrimonio ha evolucionado a “la jefa” ambiciosa o “influencer” enfocada en alcanzar el próximo nivel de éxito en negocios o “empoderamiento” personal.
Contra este contexto, deberíamos reconocer que abrazar el matrimonio es un acto de valor que exige cuidado, compasión, fuerza de carácter y resiliencia – cualidades que verdaderamente definen la feminidad.
Desde una perspectiva bíblica, el matrimonio es una vocación sagrada. Las mujeres son llamadas a cultivar sus familias y representar el amor de Cristo. Matrimonios prósperos enriquecen la vida de la pareja y sirven como un testamento del amor de Dios y su fidelidad.
Conforme confrontamos al mundo que continuamente devalúa el matrimonio, la mujer debe defender esta institución sagrada la cual defiende el diseño de Dios y sirve como la piedra angular del bienestar social. Honremos la institución del matrimonio y permanezcamos firmes en nuestra dedicación a este hermoso llamado.
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