Un hombre de la provincia china de Zhejiang fue condenado a siete años de prisión por la corte de la ciudad de Linhai por su presunta “venta ilegal” en Internet de libros religiosos que importaba del extranjero.
Chen Yu fue sentenciado por sus operaciones comerciales el 27 de septiembre, según Radio Free Asia (RFA). También recibió una multa por 200,000 yuanes (29,450 dólares).
Chen vendió alrededor de 770 libros y periódicos distintos relacionados con el cristianismo importados de Estados Unidos y Taiwán.
Chen no es el único que tiene problemas con las autoridades; según los informes, sus clientes también fueron investigados por la policía local. RFA informó que las autoridades localizaron a los clientes de Chen a través de la información del pedido que confiscaron de la tienda en Internet de Chen.
Esos clientes, que se identificaron como cristianos de las provincias de Shandong, Henan y Zhejiang, dijeron que sus casas fueron allanadas por la policía local, quienes confiscaron sus libros religiosos que no están aprobados por el Partido Comunitario Chino (PCCh).
“‘Wheat Study’ ha sido considerada como una fuerza anti-China”, dijo la policía durante los registros domiciliarios, según RFA. “Wheat Study” es el nombre de la librería en Internet de Chen.
Según un aviso de las autoridades locales obtenido por RFA, la policía interrogó a más de 10,000 clientes sospechosos.
Un cristiano, bajo condición de anonimato, expresó su desaprobación de la sentencia de la corte para Chen. “Es muy injusto porque los cristianos no causan ningún trastorno en absoluto en la sociedad mientras operan tales librerías”, dijo a RFA.
“Era más fácil hace años”, agregó. “Usted podía comprar lecturas cristianas por Internet a su gusto”.
“Ahora, todos están prohibidos. Lo localizarán si deja algún mensaje. Básicamente, no compramos nada. Descargo versiones electrónicas en Internet porque sé cómo eludir el Gran Cortafuegos”, dijo, refiriéndose a la herramienta de vigilancia y censura del régimen chino utilizada para bloquear el acceso chino a sitios web específicos, particularmente de países prodemocracia.
Otro cristiano dijo que se ha vuelto extremadamente cauteloso desde que los funcionarios del gobierno investigaron sus compras de libros religiosos. Para evitar que se monitorearan sus transacciones, el hombre eliminó todas sus aplicaciones y contactos con vínculos religiosos de su teléfono celular y abandonó los grupos religiosos por Internet en los que participaba a través de las redes sociales.
Zhang Jialin, profesor del Departamento de Religión y Gestión de la Información de la Universidad Aletheia en Taiwán, dijo a RFA que el último fallo judicial fue un golpe impactante para la libertad religiosa en China.
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