Tony Dungy, el ex entrenador de fútbol americano, es reconocido tanto por su pasión por el deporte como por su profunda fe. Aprovechando la emoción que rodea al Super Bowl, el partido final de la NFL, Dungy compartió el mensaje de Jesús.
El próximo 10 de febrero, este ícono de la NFL se unirá a otros deportistas en el evento llamado «Desayuno del Super Bowl 2024″ que se llevará a cabo en el Ceasar’s Palace de Las Vegas.
«El desayuno en sí es una extensión del Evangelio», dijo Dungy a CBN News, explicando que hay un ministerio de la Biblia en medio de las celebraciones que rodean el Super Bowl.
«Es un evento que atrae entre 5.000 y 6.000 personas que escucharán mucho sobre fútbol, pero lo más importante, escucharán a los jugadores hablar sobre su fe y su relación con el Señor».
“Hay historias increíbles que pasaron por el evento. Esto les permite a las personas saber que Cristo es la respuesta a muchos de nuestros problemas y que al final siempre hay una invitación a la salvación”, añadió.
Dungy, quien fue entrenador de los equipos de fútbol americano «Tampa Bay Buccaneers» y «Indianapolis Colts», compartió en una entrevista reciente sus creencias religiosas y lo que considera como lo más valioso en la vida.
“El versículo favorito de mi madre era Mateo 16:26: ‘¿De qué le aprovecharía al hombre si ganara el mundo entero y perdiera su alma?’”, reveló.
“Y desafortunadamente, he visto mucho de eso en 30 años en el NLF. He visto a jóvenes lograr todo lo que puedas imaginar desde un punto de vista terrenal: aclamación, fama, dinero y notoriedad. Pero cuando los miré desde adentro dije: ‘Vaya, falta algo y no está bien’”, continuó.
Dungy expresó su deseo de evitar sufrir la misma pérdida y proteger a los jugadores de su equipo de sentir un profundo vacío.
Según CBN News, el antiguo entrenador desea que los deportistas comprendan la importancia de buscar una fuente de «satisfacción real» y destacó que dicha fuente debe ser de naturaleza espiritual.
Incluso confesó que hay jugadores que con el pasar de los años regresan a él para agradecerle todas las enseñanzas de Cristo que él sembró en ellos.
“Es muy gratificante”, finalizó.
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