En un caso que ha generado un gran impacto en la defensa de los derechos de los padres en la educación, Deb Figliola, una maestra cristiana de Virginia, celebró su victoria legal después de oponerse a una política escolar que imponía la ideología LGBT en los niños sin el conocimiento de sus padres.
Figliola denunció que la Junta Escolar Pública de Harrisonburg implementó una política que obligaba a los docentes a preguntar a los estudiantes sobre sus pronombres y, posteriormente, ocultar esta información a los padres. Después de más de una década de enseñanza, decidió no seguir estas directrices al considerarlas una violación de los derechos parentales y de la verdad bíblica.
Una lucha fundamentada en la fe y la verdad
Desde el momento en que fue capacitada sobre la nueva política de identidad de género, Figliola expresó su desacuerdo, asegurando que no podía mentir ni a los estudiantes ni a los padres sobre el uso de pronombres. Documentó sus preocupaciones en una nota que aún conserva, convencida de que debía actuar con firmeza.
Al respecto, declaró:
“Ese proceso incluyó mucha oración… mucha reflexión y, al pasar tiempo en oración, sentí realmente que Dios me estaba indicando que hiciera esto con mi tiempo, que esto era importante. Era una responsabilidad que tenía, hablar en nombre de los niños y de las familias.”
Figliola, quien también es madre y abuela, consideró inconcebible que los padres no sean informados sobre lo que ocurre con sus hijos en la escuela. Con convicción cristiana, insistió en que la educación debe estar fundamentada en valores de verdad y transparencia.
“Tomé esta decisión porque soy cristiana y seguí lo que sentí que era correcto”, afirmó, señalando que muchos maestros y padres agradecieron su valentía al enfrentar la política impuesta por la escuela.
La intervención de Alliance Defending Freedom (ADF)
El grupo legal Alliance Defending Freedom (ADF) respaldó a Figliola en su lucha, argumentando que el distrito escolar había modificado su política de no discriminación para incluir la identidad de género sin consultar a los padres.
La nueva guía escolar exigía a los maestros ocultar la identidad de género de los estudiantes a sus familias, a menos que el distrito considerara que los padres eran “afirmativos” con la ideología de transición de género.
Junto a otros dos educadores, Figliola se unió a la batalla legal respaldada por ADF, y tras un proceso intenso, logró un triunfo significativo.
El abogado principal de ADF, Vincent Wagner, anunció la victoria para los docentes de Harrisonburg, explicando que el distrito escolar ahora permitirá adaptaciones religiosas para los maestros que se rehúsen a usar pronombres contrarios al sexo biológico de los estudiantes o a ocultar información a los padres.
Wagner destacó que esta resolución es una declaración clara en defensa de la libertad de conciencia, y enfatizó que sin la valentía de Figliola, esta modificación quizás nunca se habría logrado.
ADF se ha comprometido a seguir combatiendo políticas similares en todo el país, asegurando que los derechos de los padres en la educación de sus hijos sean protegidos.
Una victoria con impacto nacional
A pesar de recibir críticas y rechazo por parte de algunos colegas, Figliola afirmó que no se arrepiente de su decisión. Su caso ha servido como ejemplo para otros educadores que enfrentan presiones ideológicas en las aulas.
“A otros maestros les digo que no se rindan. Hay protecciones y caminos para quienes creen en la verdad y en la importancia de involucrar a los padres en la educación de sus hijos.”
Reconoció que el proceso no fue fácil, pero destacó que las acciones con propósito a menudo requieren valentía. Hoy, se siente satisfecha y en paz, sabiendo que ha defendido sus convicciones y ha sido fiel a Dios.
Reflexión
El caso de Figliola es un recordatorio de que Dios nos llama a ser luz en medio de la oscuridad. En un mundo donde los valores cristianos están siendo atacados, es vital que los creyentes se mantengan firmes en la verdad y defiendan los principios bíblicos con valentía.
La Palabra nos advierte:
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7).
Dios está levantando hombres y mujeres con determinación para enfrentar ideologías que intentan apartar a los niños de la verdad. Oremos para que más educadores y padres se levanten en defensa de la fe, la familia y la educación basada en principios cristianos.
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