El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ofreció un discurso en un evento de la cadena conservadora estadounidense NEWSMAX en Jerusalén.
Al comienzo de su discurso, Netanyahu afirmó que Israel libra una “guerra de ocho frentes”. Siete de esos frentes son “contra Irán y sus aliados”, mientras que el octavo frente, según Netanyahu, es “la batalla por la verdad”.
“Solo hay una manera de vencer las mentiras, y es con la verdad”, afirmó.
Refiriéndose a la guerra en Gaza, Netanyahu declaró: “La única política deliberada de hambruna que vemos en Gaza es la de privar de alimentos a nuestros rehenes. Se puede apreciar cuando se observa a sus captores, a nuestros demacrados rehenes y a estos corpulentos guardias, sus torturadores”.
Esa es una forma de desmentir las falsedades, porque el octavo frente del que hablaba es la batalla para desmentir las mentiras y sacar a la luz la verdad”, afirmó.
“Israel no tiene una política de hambruna”, declaró. “Ha tenido y tiene una política de separar a los civiles de los combatientes en dos frentes. El primer frente son las propias zonas de batalla. Hemos enviado millones y millones de mensajes de texto y llamadas telefónicas. Esto nunca antes había sucedido en una guerra: el ejército que lucha contra terroristas en un entorno urbano llama a los civiles a irse, y el enemigo les dispara si intentan irse. Y luego se culpa a Israel de genocidio; eso es ridículo”.
“El elemento genocida es Hamás“, dijo Netanyahu. “El elemento genocida es el eje iraní, que llama abiertamente a la aniquilación y el exterminio de Israel y de muchos judíos“.
Señaló que Irán también exige la destrucción de Estados Unidos. “La gente no entiende que todo comienza con su intento de destruir a Israel porque nos interponemos en su camino. Somos la única fuerza en Oriente Medio que lucha contra Irán, y hasta hace poco, éramos la única fuerza en el mundo que luchaba contra Irán“.
Netanyahu expresó su aprecio por la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de no permitir que Israel luche solo contra Irán y de enviar bombarderos B2 estadounidenses para participar en la destrucción del programa de armas nucleares iraní.
“La primera acusación falsa es genocidio. La segunda acusación falsa es hambruna”, declaró, señalando que la segunda separación que Israel estableció entre civiles y combatientes fue el suministro de ayuda humanitaria a Gaza.
“Si tuviéramos una política de hambruna, ahora, casi dos años después del comienzo de la guerra, todos en Gaza estarían muertos. Pero no es así, porque esa no es nuestra política”.
“Enviamos dos millones de toneladas, 1,9 millones de toneladas de alimentos y ayuda médica a Gaza, porque así es como conducimos la guerra”, declaró. “Hamás causó el problema del hambre, Hamás causó el problema de la escasez. Y se culpa a Israel, una vez más falsamente”.
Afirmó que Israel se encuentra actualmente inmerso en una “oleada humanitaria” en la que está “duplicando y quizás cuadruplicando el número de puntos de distribución que serán protegidos.
“Lo que no ha cesado es la campaña de mentiras”, dijo, criticando duramente a The New York Times por publicar una fotografía engañosa en portada de un niño supuestamente hambriento que padecía una enfermedad genética. Esta es una de las tres fotografías de niños con enfermedades genéticas que se utilizaron para afirmar que hay una hambruna masiva en Gaza.
“Israel se hizo cargo de dos de los tres [niños]. Dejamos que uno de ellos fuera a un hospital italiano, y ¡Dios mío!, allí se recuperó. El otro es incurable. Estuvo en nuestros hospitales, pero no hay nada que podamos hacer al respecto”.
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