El Cártel de los Soles es un grupo conformado por miembros corruptos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela y en las últimas décadas por el gobierno bolivariano, cuyo objetivo principal es el tráfico de drogas.
Por: Andrès Ramìrez
El cartel de los soles, se compone principalmente por altos oficiales militares que están estrechamente vinculados al crimen organizado internacional, participando en actividades criminales como narcotráfico, minería ilegal y contrabando de combustible.Además de intervenir activamente en el comercio ilícito de drogas, controlan la actividad minera de varios estados, con participación directa en la extracción y el contrabando de oro, coltán, piedras preciosas y otros minerales.
Según el periodista Héctor Landaeta, el fenómeno empezó cuando el narcotráfico colombiano introdujo cocaína a Venezuela utilizando unidades militares corruptas ubicadas en la zona fronteriza con este país.Tras dichas acusaciones, funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, entre ellos los vinculados, niegan la existencia de dicho cartel organizado.
Historia
El término “Cártel de los soles” habría sido utilizado por primera vez en 1993, durante el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, cuando dos generales de la Guardia Nacional Bolivariana, Ramón Guillén Dávila (jefe antidrogas) y su sucesor Orlando Hernández Villegas, fueron investigados por tráfico de drogas y delitos conexos. Cada uno portaba en sus hombros la insignia de un solo sol que caracteriza a los generales de brigada, dando lugar al nombre “Cártel del Sol”.
Más tarde, cuando se iniciaron las investigaciones, se determinó la participación de generales de división de la Guardia Nacional en delitos de narcotráfico, convirtiéndose de esta manera en el Cártel de los Soles, ya que los generales de división poseen dos soles como emblemas.
En un principio la actividad de la Fuerzas Armadas Venezolanas en torno al narcotráfico consistía principalmente en aceptar sobornos y mirar hacia otro lado mientras los traficantes movían su mercancía. Los militares no tenían conexiones directas con proveedores y en gran parte no movían ni almacenaban cocaína ellos mismos.
Narcoestado
En el mes de marzo de 2017 se presentó, ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, un testimonio que confirmó las conexiones venezolanas con la industria del narcotráfico mundial. En ese momento, la experta del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), Shannon O’Neil, dijo que «en términos de seguridad, la voluntad de Venezuela de permitir a los narcotraficantes, redes de delincuencia organizada, terroristas potenciales y otros actores nefastos dentro de sus fronteras, afecta también a la seguridad nacional de los Estados Unidos». Los informes elaborados por CFR muestran que las bandas criminales de Colombia (BACRIM), las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptaron los Acuerdos de La Habana y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) operan en el país, al igual que los cárteles de Sinaloa y Los Zetas de México; este último, desaparecido en 2018 pero con una facción sobreviviente llamada «Cartel del Noreste».
Sin duda alguna, dijo O’Neil «Venezuela se ha convertido en la ruta preferida de contrabando de drogas en Sudamérica, pues es la vía que usan los narcotraficantes para traer la cocaína a los Estados Unidos, a través de América Central y el Caribe Oriental, y a Europa, a través de África Occidental. Por otro lado, el informe anual del Departamento de Estado sobre estrategia para el control de narcótico dice que Venezuela se ha convertido en el centro de distribución más importante para el tráfico de drogas en América. Expertos han señalado que se ha establecido que más de 200 toneladas de cocaína pasan por el país sudamericano cada año, lo cual representa el 40 por ciento del consumo mundial.
Vínculos con el narcotráfico
Las evidencias recogidas por las agencias federales norteamericanas revelan que existen vínculos del gobierno venezolano con el narcotráfico.
Un caso que ha dejado ver tales relaciones de alto nivel entre los cárteles de la droga y el gobierno de Nicolás Maduro, es el que tiene que ver con los sobrinos de la pareja presidencial venezolana, Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, ambos declarados culpables por un jurado en Nueva York, de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína de alta pureza desde Venezuela a los Estados Unidos, vía Honduras.
Asimismo, el general Néstor Reverol, actual ministro de Interior y Justicia de Venezuela y exjefe de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) de la nación suramericana, fue acusado en Estados Unidos en agosto de 2016 por cargos de tráfico de cocaína, junto con el exsubdirector del mismo ente, Edilberto Molina Molina.
La lista de funcionarios implicados en el narcotráfico incluye otro exministro de Interior y Justicia, dos altos oficiales de inteligencia y uno de rango medio que actualmente es juzgado en los tribunales norteamericanos, un piloto que fue militar y servía a la primera dama de Venezuela, Cilia Flores, y otros que tuvieron vinculaciones con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Por su parte Henry Rangel Silva, quien es el actual gobernador del estado Trujillo. El 12 de septiembre de 2008, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ordenó congelar cualquier cuenta bancaria o bienes que dicho ciudadano pudiese tener en jurisdicción estadounidense, bajo el argumento de existir evidencias de que el militar había apoyado materialmente a las FARC en sus actividades de narcotráfico.
En agosto de 2009, el diario The New York Times publicó un artículo citando una supuesta carta interceptada al guerrillero de las FARC Iván Márquez, donde discutía un plan de compra de armas a funcionarios venezolanos, y donde se mencionaba al general Rangel Silva y al ex ministro Ramón Rodríguez Chacín. De acuerdo con ese artículo, Rangel Silva suministraría documentos de identidad a guerrilleros colombianos para que recibiesen las armas en territorio venezolano.
Actualmente continúa en pie la colaboración de las FARC y el ELN con el chavismo, tal como demuestran las recientes declaraciones de Nicolás Maduro invitando a Iván Márquez y a Jesús Santrich a refugiarse en Venezuela, para protegerlos mientras amenazan con atacar Colombia.
Pero a juicio del gobierno de Estados Unidos, las implicaciones de Venezuela con el crimen organizado no se limitan únicamente al tráfico de cocaína y a la violencia que se genera y cobra vidas en la frontera sur, sino que el caso del incremento del narcotráfico en el país, bajo la tutela de Nicolás Maduro, incluye una enorme actividad de lavado de dinero de origen ilícito, que compromete la integridad del sistema financiero estadounidense.
EE.UU ofrece 15 millones de dólares por la cabeza de Maduro
El Gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha una orden de busca y captura contra el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusándolo de ser partícipe en una red de tráfico de drogas internacional. William Barr, en nombre del Departamento de Justicia de los Estados Unidos a través de internet. El Gobierno ofrece una recompensa de 15 millones de dólares a cambio de información sobre Maduro, y 10 millones por información que conduzca a la detención de los otros dirigentes chavistas.
“El pueblo venezolano se merece un Gobierno representativo responsable y transparente al servicio de las necesidades de la gente, y que no traicione la confianza del pueblo condonando o empleando oficiales públicos que se implican en el tráfico ilegal de narcóticos”, dice el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.
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