
Esa zona ha atraído la atención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en Twitter exigió al gobernador de Washington y la alcaldesa de Seattle, los demócratas Jay Inslee y Jenny Durkan, respectivamente, que “retomen” la ciudad, y advirtió: “Si no lo hacen, yo lo haré”.
Por la noche, en la cadena Fox, reiteró su amenaza y aseguró que no “dejará que Seattle sea ocupada por anarquistas”.
En respuesta, en una rueda de prensa, la alcaldesa de Seattle avisó que “no necesita que nadie, incluido el presidente, intente sembrar más divisiones, más desconfianza y desinformación” y añadió: “La amenaza de invadir Seattle, dividir e incitar a la violencia en nuestra ciudad no solo es inoportuna, sino que sería ilegal”.
Trump casi no tiene potestad legal para desplegar agentes federales en Seattle, algo que sí pudo hacer en la capital de Estados Unidos porque tiene menos autonomía que el resto de localidades del país.
Las protestas han abierto un debate a nivel nacional sobre las tácticas de la policía y ya se han extendido a más de 650 ciudades en los 50 estados del país.
Anarquistas de Izquierda radical
El presidente estadounidense culpó a los «anarquistas liderados por Antifa» y a «Anarquistas de Izquierda radical» de alentar la ira en las protestas, en las que se reivindica un buen trato policial hacia la población afroestadounidense.
¿Quiénes son?
Antifa es más bien un movimiento de activistas cuyos seguidores comparten una filosofía y unas tácticas.
De hecho, es imposible saber cuántas personas integran el movimiento o quién lo lidera. Sus seguidores dicen que es un movimiento secreto organizado por células autónomas locales.
En años recientes, su presencia se ha dado a conocer en protestas contra la violencia y discriminación hacia la población negra en Estados Unidos.
Una de las más sonadas fue durante la manifestación de ultraderecha «Unite the Right» en Charlottesville, Virginia, en 2017, organizada por grupos neonazis que hacían apología del racismo.
Detienen a venezolanos y cubanos que pagaban para causar caos en protestas
El FBI detuvo en Miami y otras ciudades de Estados Unidos, a grupos de personas originarias de países como Haití, Venezuela y Honduras, durante las jornadas de protestas violentas que se registraron el fin de semana. Los detenidos admitieron haber recibido dinero de activistas para participar en las manifestaciones.
«Definitivamente hay individuos asociados con Venezuela que pagaron viajes a personas a varias ciudades de Estados Unidos para promover el caos», dijo un informante que conoció de las investigaciones encubiertas, al periodista Casto Ocando, del portal de noticias Primer Informe.
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