La Fiscalía General de Colombia acusó de blanqueo de activos, enriquecimiento ilícito, concierto para delinquir, estafa agravada y exportación ficticia a Alex Saab, el testaferro del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, que está detenido en Cabo Verde a petición de Estados Unidos, según informó el diario colombiano El Espectador.
Ante un juez de Barranquilla, la Fiscalía leyó el escrito de acusación contra Saab, un empresario de nacionalidad colombiana al que Estados Unidos acusa de ser el testaferro del régimen que lidera Maduro.
Estados Unidos solicitó a Cabo Verde la extradición de Saab, que ha sido aprobada ya pero que está pendiente de la resolución de un recurso presentado ante el Tribunal Supremo caboverdiano por la defensa legal de Saab, de la que forma parte el ex juez español Baltasar Garzón.
Según el periódico colombiano, la Fiscalía General lleva más de una década recopilando pruebas para demostrar que Saab habría utilizado una sociedad llamada Shatex para fingir exportaciones e importaciones, con el objetivo de blanquear varios millones de dólares.
En un comunicado, la Fiscalía General de Colombia explicó que Saab y el contable de Shatex, el también colombiano Devis José Mendoza, han sido llamados a juicio por los delitos de blanqueo de activos, enriquecimiento ilícito de particulares, concierto para delinquir, estafa agravada y exportación o importación ficticia.
“La acusación precisó que este andamiaje criminal fue auspiciado por Mendoza Lapeira, quien, supuestamente, usó su oficio de contable para ocultar, transformar y administrar las diferentes actividades ilegales”, indicó.
La investigación sobre Saab parte de dos denuncias, una presentada por el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y otra por el Banco de Comercio Exterior de Colombia (Bancóldex).
Uribe presentó su denuncia después de que recibiera información sobre posible importaciones ficticias entre Ecuador y Venezuela realizadas por Saab con su empresa Fondo Global de Construcciones. En 2009, Uribe alertó a la Fiscalía General de Colombia de que la empresa de Saab, que suministraba materiales de construcción a Venezuela, “podría ser una de las lavadoras de dinero de las FARC”.
La Fiscalía colombiana descubrió posteriormente que la firma Shatex, también controlada por Saab, era una “empresa de papel” y que fue utilizada para justificar operaciones comerciales.
Los documentos recabados por la Fiscalía demostrarían que entre 2004 y 2008 Shatex realizó compras en el extranjero por valor de 9.000 millones de dólares. Sin embargo, en los registros de las transferencias, la Fiscalía observó que la empresa de Saab sacó de Colombia más de 35.248 millones de dólares.PlayAlex Saab, esposado en Cabo Verde
Saab, quien tenía solicitud de captura internacional en Interpol, acusado de lavado de dinero y corrupción en un tribunal de Estados Unidos, fue detenido luego de que el avión privado en el que viajaba -un Bombardier Global 5000, con matrícula T7-JIS- solicitara autorización para aterrizar en Sal con el objetivo de repostar combustible. Cabo Verde era simplemente una parada técnica de un vuelo que lo trasladaba de Caracas a Teherán, capital de Irán. Hoy, el mayor temor del empresario es que ese haya sido su penúltimo viaje antes de terminar en suelo norteamericano. Es que, a pesar de todos los recursos que interpuso y continúa presentando su defensa, el Tribunal de Apelación de Barlovento aceptó el 31 de julio su extradición Estados Unidos.
El empresario colombiano señalado de ser testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro, tiene un papel clave en el programa gubernamental Comité Local de Abastecimiento y Producción, que se encarga de la distribución de alimentos subvencionados -muchos de ellos, importados- a las familias más desfavorecidas del país. Según la oposición venezolana, el barranquillero, de 48 años, amasó una fortuna vendiendo al régimen de Maduro miles de toneladas de alimentos de dudosa calidad y con sobrecostes, lo que produjo una millonaria pérdida patrimonial al país.
Y de acuerdo con la justicia de Estados Unidos, que lo sancionó junto a familiares de Maduro en 2019 por su presunta participación en un esquema de corrupción, Saab robó “cientos de millones de dólares” y pagó sobornos para obtener jugosos contratos del Estado venezolano.
En los primeros años de Maduro en Miraflores, estas fueron algunas de las fortunas almacenadas por Saab: 120 millones de dólares provenientes de las asignaciones de dólares preferenciales en las denominadas “subastas Sicad”; otros 125 millones de dólares con contratos para la venta de materia prima a granel, como maíz, trigo o soja; y un acuerdo por 4.000 millones de dólares para la explotación petrolera con Trenaco, domiciliada en Colombia y Suiza, al frente de la cual estuvo el empresario colombiano Carlos Gutiérrez Robayo, consigna la revista Semana.
Por su parte, entre 2016 y 2018, la extensa red de Saab obtuvo contratos por cerca de 1.500 millones de dólares a nombre de Group Grand Limited -registrada en Hong Kong- y Asasi Food Fze -inscrita en Emiratos Árabes Unidos-. Esas compañías no solo firmaron acuerdos con el régimen venezolano para las cajas Clap, también lo hicieron para suministrar medicinas, repuestos y hasta juguetes.
Todo este esquema requirió de sofisticadas estructuras financieras. Saab y sus socios movieron decenas de compañías en Emiratos Árabes y Turquía; realizaron movimientos bancarios en países como Suiza, Rusia, Bulgaria o Antigua y Barbuda. Además de naciones africanas y más recientemente Irán.
(Con información de Europa Press y EFE)
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