
Agencias de inteligencia occidentales aseguran que Rusia planea convertir la invasión de Ucrania en una guerra oficial, lo que permite llamar a las fuerzas de reserva y atacar las líneas de abastecimiento.
Agencias de inteligencia occidentales aseguran que Rusia planea convertir la invasión de Ucrania en una guerra oficial, lo que permite llamar a las fuerzas de reserva y atacar las líneas de abastecimiento.
Según un informe de inteligencia de agencias de norteamericanas y británicas, el presidente ruso, Vladmir Putin, planea declarar formalmente la guerra a Ucrania, lo cual le dará mayores poderes en el conflicto, especialmente atacar a otros países.
Si bien las fuerzas rusas invadieron Ucrania el 24 de febrero, hasta ahora Rusia ha definido el conflicto como una “operación militar especial”, lo que limita el alcance de los recursos a disposición de Putin.
Sin embargo, con una declaración formal de guerra, el presidente ruso podrá recurrir a su grupo de reservistas, lo que podría expandir la cantidad de personal militar de 150.000 soldados a más de 1 millón.
También, se creará un presupuesto militar permanente hasta que se termine la guerra, en vez de tener que desviar recursos de otros sectores del gobierno como viene haciendo hasta ahora.
Por último, y tal vez el punto más importante, en el contexto de guerra, Rusia podría atacar otros países, especialmente los envíos de suministros que llegan desde Polonia, Bulgaria, Rumania y Moldavia.
Ucrania permanentemente recibe recursos de la Unión Europea y de Estados Unidos, que son ingresados desde Polonia a través de la ciudad de Lviv, o desde Moldavia a la ciudad de Odesa. Si se declara la guerra, Rusia podría atacar estas líneas de abastecimiento sin repercusiones políticas mayores.
A su vez, podría llevar el conflicto a la región de Transnistria, una región separatista de Moldavia que permanece ocupada por tropas rusas hace desde la década del ’90.
“Creo que Putin intentará dejar atrás el argumento ‘operación especial’“, dijo el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, en una entrevista con LBC Radio, en referencia a este informe.
“Ha estado estos dos últimos meses probando el terreno de juego, sentando las bases para poder decirle al mundo ‘mira, esto ahora es una guerra contra los nazis, y lo que necesito es más gente“, aseguró.
Las agencias de inteligencia occidentales han estimado las pérdidas de Rusia desde la invasión del 24 de febrero en al menos 7.000 muertos, según la OTAN, menos del 5% de las tropas desplegadas hasta el momento.
Sin embargo, Wallace dijo que una cuarta parte de las unidades de combate rusas desplegadas en Ucrania “han dejado de ser efectivas en combate”, con más de 2.000 vehículos blindados, docenas de helicópteros perdidos y varios soldados heridos en el duro combate callejero en las ciudades de Mariúpol, Melitopol y Kiev.
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