Un grupo de cristianos ucranianos está visitando iglesias estadounidenses y reuniéndose con funcionarios del gobierno para generar apoyo y confrontar la información errónea sobre la guerra.
El grupo Defensores de la Fe y la Libertad Religiosa en Ucrania organizó la gira con el objetivo de difundir el mensaje de que el presidente ruso Vladimir Putin no sólo quiere controlar el territorio ucraniano sino también silenciar a la Iglesia.
«Rusia está destruyendo nuestra fe. Están persiguiendo a las iglesias evangélicas, están persiguiendo a los predicadores», dijo el capellán militar ucraniano Mark Sergeyev a CBN News.
Cuando Rusia lanzó su invasión en febrero de 2022, Sergeyev se desempeñó como pastor de jóvenes en una de las iglesias evangélicas más grandes de Ucrania. A principios de marzo, los soldados estaban en la puerta de su casa.
«Veo un par de láseres en mi cara y entiendo: ‘Sí, han venido, bienvenidos a la Federación Rusa…’ Entonces me llevaron afuera, me pusieron en el suelo… mi hijo mayor estaba en En ese momento… tenía 9 años, estaba durmiendo en otra habitación y lo despertaron con una pistola», recordó Sergeyev.
Dado que su padre dirigía la Iglesia Cristiana de Melitopol, dice que los rusos lo buscaban a él y a su familia como parte de su estrategia para someter al pueblo ucraniano.
«La gente sale con (la) bandera ucraniana y trata de detener los tanques… y gritan: ‘Vete, vuelve a tu Rusia’, y cuando estos tipos vinieron a nuestra iglesia pensaron que las iglesias evangélicas organizaban estas cosas, y ellos dijeron: ‘Tienen que detenerlos…’ y mi padre dijo… ‘No puedo, esta es la voluntad del pueblo'», dijo Sergeyev.
Poco después, la familia se enteró de un complot de secuestro. Siguiendo la dirección del Espíritu Santo, huyeron de la ciudad.
Hoy, Melitopol sigue ocupada por Rusia. Una gran cruz que alguna vez estuvo frente a la iglesia ha desaparecido, y el edificio ahora es una embajada rusa de «Cultura y Juventud».
«No hay lugar para las iglesias evangélicas y otras iglesias, excepto la Iglesia Ortodoxa Rusa de Moscú, pero el resto simplemente ha desaparecido», explicó Igor Bandura, de la Unión Bautista Ucraniana.
Creció en Ucrania cuando era parte de la Unión Soviética.
«Recuerdo que la Unión Soviética fue terrible con las iglesias cristianas. No había libertad, estábamos encerrados en nuestros pequeños edificios de iglesias… es anti-Dios, anticristiano, anti-familia, así que cuando la gente cree que Rusia está luchando por los valores cristianos tradicionales , es mentira», dijo Bandura.
De las más de 3.000 iglesias de la Unión Bautista Ucraniana, dice, desde la invasión rusa, 110 ya no existen y 320 están en territorio ocupado.
«A Putin le gustaría reconstruir el imperio. A Ucrania le gustaría ser un estado independiente. Cuando venga Rusia, olvídese de la libertad y la libertad religiosa», dijo Bandura a CBN News.
Ambos hombres sienten que es importante pedir personalmente oración y compartir con los cristianos estadounidenses la verdad sobre lo que está sucediendo en su país.
«Necesitamos el apoyo de la oración de millones de cristianos en todo el mundo. Estoy aquí sólo para ser un testigo», dijo Bandura.
«Cantamos las mismas canciones que canta el pueblo estadounidense aquí en las iglesias, rezamos las mismas oraciones y quiero agradecerles por el apoyo, pero todavía necesitamos armas, todavía necesitamos más oraciones», dijo Sergeyev.
A pesar de la persecución en curso, ambos hombres dicen que el Espíritu Santo está obrando, ayudando a la Iglesia en Ucrania a mantenerse fuerte.
Sergeyev, que ahora se desempeña como capellán ucraniano, agradeció específicamente a sus homólogos estadounidenses por enviar más de 30.000 Biblias en audio para que los soldados en la línea del frente puedan escuchar las Escrituras.
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