Los que vivimos en Occidente llevamos sufriendo años y años de acoso por parte de diferentes lobbys postmodernos nacidos de la confluencia de las ideas del marxismo cultural de Gramsci, el trotskismo internacionalista y los hedores a putrefacción de los residuos intelectuales de un liberalismo ideológico que, al mismo tiempo, se ha convertido en un totum revolutum que ha dado a luz a través de estas escuelas europeas y estadounidenses el término de ideología postmoderna o “woke”.
La ideología es un como un país. El militante es la población, la ideología es el territorio donde se desarrolla y obtiene recursos (en este caso abstractos, filosóficos, sociales) y la construcción lobbysta en forma de asociaciones y grupos es la administración de ese mismo estado y como tal estos grupos desean conquistar terrenos ideológicos y copar elementos administrativos a fin de ganar poder, prestigio y riquezas.
El lobby gay, ahora en el mes del orgullo homosexual en España y que lleva años fustigando y justificando su existencia por su labor perseguidora consistente en tomar elementos que se dan en la sociedad y que van en contra de este colectivo. Hecho esto el siguiente objetivo tras la detección de ese incidente es generalizarlo y acusar a toda la masa social que no están en su paquete ideológico de ser homófobos, fascistaso lo que se tercie, el clásico argumento acusador y simplón de este país.
Así justifican también su función de vigilancia que ha llegado incluso a afectar al sentido del humor persiguiendo chistes, gracietas y demás como hacen, por otro flanco, las feministas o cualquier otro colectivo que se haya sumado al carro del lobbysmo postmoderno y compungido.
Sin embargo en la defensa del Orgullo Gay enmarcada dentro de la defensa de los Derechos Humanos nos encontramos con paradojas curiosas como el caso del Mundial de Qatar donde nadie se ha quejado de absolutamente nada, de hecho nos llega la información de los castigos que esperan no sólo a los gays que muestren afecto en público sino contra aquellos que lleven una bandera gay aunque no lo sean por las declaraciones y advertencias de los mismos organizadores y diplomáticos qataríes y menos mal…porque si no más de un desprevenido se encontraría en un problema cuando llegara a Doha.
Los qataríes lo tienen claro pero aquí desde luego no. Es muy fácil jugar en un campo amigo, con viento a favor y de espaldas al sol siendo, además, protegido por el árbitro (usemos el símil del fútbol), ahí les vemos gritar, chillar, protestar, hacer manifestaciones pero en Qatar…donde las cosas son muy claras y el campo para esta batalla cultural no está, desde luego, tendente a ayudar a estas masas el colectivo administrativo gay (el famoso lobby) y aquellos que se cubren para tener una buena imagen social porque ahora el criterio para tener buena imagen es ser “friendly”: ecofriendly, homofriendly, femitfriendly etc…
Esos mismos grupos empresariales que saben que se van a forrar con el Mundial de Qatar son los mismos que, hipócritamente, defienden unos derechos ya logrados en Europa y que nadie les va a quitar (casarse, adoptar, no ser discriminados) mientras callan en países donde esto ni se plantea y lo vemos con los logos de Twitter, por ejemplo, donde ciertas empresas situadas en ambas regiones utilizan bandera arcoíris o no dependiendo de la audiencia mayoritaria que va a seguir sus publicaciones y es que la pela es la pela y por encima del prestigio, al final, están los ingresos.
Por otro lado Qatar es aliado y amigo, como Arabia Saudí, y se les perdona todo al contrario de otros países como Irán, Rusia o China donde constantemente nos bombardean con imágenes y denuncias de violaciones de derechos contra los gays cuando, realmente, son estas naciones y estos pueblos los que no aceptan el homosexualismo político en sus sociedades ya que sus gobiernos, que tienen cosas mucho más importantes que hacer y preocuparse, no atienden a estos asuntos ni se preocupan en esto.
Sin embargo no son países aliados sino rivales o enemigos por lo que la defensa de los Derechos Humanos, que debería ser un principio universal no es sino un mero instrumento de desprestigio o justificación de sanciones para ralentizar el avance de potenciales rivales geopolíticos mientras que para los aliados esto no existe, por lo que estamos ante una mera herramienta internacional bien engrasada por organizaciones internacionales totalmente tendenciosas.
Sin contar con que el Lobby gay, también callado en el tema de Qatar, responde a los mismos estímulos e intereses de esos foros y estados que usan la defensa de sus intereses como herramienta dejando bien claro que aparte de esto, a nivel interno, este lobby forma parte de un conglomerado ideológico; este “paquete ideológico” totalmente predecible, totalmente simplón (sino las masas no lo pillan) y totalmente capcioso está perfectamente definido y conectado con otras ramas ideológicas pero en el caso de la sección “orgullo gay” la función es apuntalar su sector ideológico en su marco geográfico: Occidente…porque como se dice en la película “sol blanco del desierto”: Oriente es un asunto delicado.
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