Los datos duros…
1.- Desempleo en el 15% y más de 300 mil buscando trabajo, especialmente muchachos jóvenes, mujeres y gente mayor en edad de producir y trabajar.
2.- Pobreza en el 25% de la población, equivalente a más de 1,5 millones de habitantes, con un amplio sector en condiciones de pobreza extrema.
3.- Crecimiento económico de menos del 1,5% del PIB. El país está estancado y en recesión. Solo las Zonas Francas están aportando empleo a la economía nacional.
4.- El déficit fiscal subió al 7%, evidenciando las limitaciones e insuficiencias de la ley 9635 sobre el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, como lo dijimos.
5.- Los 400 mil millones de colones que produjo el IVA en el 2019 y que provienen directamente de los bolsillos de los profesionales liberales, los asalariados públicos y privados, pequeñas y medianas industrias y los sectores de menores ingresos, se esfumaron de la misma forma que entraron, rellenando huecos y pagos vía transferencias dentro del mismo sector público.
6. La deuda pública, interna y externa, llegó al 60% del PIB y sobrepasa los límites imaginables. Con mucho, es el principal problema de la actual crisis.
Frente a esta realidad y a estos datos duros, el ministro Rodrigo Chaves de Hacienda, entre otras medidas a analizar, presentó el pasado lunes un urgente proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para destinar el superávit real de varias instituciones, por una única vez y por un monto de 226.146 millones de colones, al pago exclusivo de la deuda. Totalmente de acuerdo con esta iniciativa. La Asamblea Legislativa debe proceder con urgencia. Arranquemos por ahí y demos ese primer paso de inmediato. Por algo se debe comenzar.
Lo que no se ve todavía en el horizonte es un plan integral de reactivación económica y una propuesta integral y progresiva de Reforma del Estado Costarricense, ni un cambio significativo y de fondo en las políticas económicas ortodoxas y neoliberales que se han aplicado en el país los últimos 20 años. Para mí este es el punto de fondo y en esto es en lo que debemos trabajar.
La Casa Presidencial debería ponerse de acuerdo con los empresarios privados y atender sus justificadas demandas, para así reactivar la economía, producir, generar empleo y exportaciones y, paralelamente, debería entrarle en forma progresiva a una Reforma del Estado Costarricense. Lo primero es lo primero.
El camino certero consiste en modificar y reorientar el enfoque y las prioridades de las políticas económicas ortodoxas y neoliberales, aplicando correctivos heterodoxos de inspiración keynesiana con una visión integral y social del desarrollo y no solo de protección de las variables macroeconómicas o nuevos impuestos, como ha sido el enfoque limitado y parcial hasta ahora.
De esas políticas económicas ortodoxas y fracasadas, la gente está harta y los datos duros de la realidad son más elocuentes que muchas palabras. Hoy, estamos peor que cuando inició su Administración, don Carlos Alvarado.
…¿Y usted qué opina?
Fuente: cambiopolitico.com
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