La actual temporada del campeonato de fútbol costarricense ha sido como una montaña rusa durante su primer semestre. Los equipos y aficionados ticos experimentaron emociones, incertidumbre, alegrías, tristezas, celebraron en las tribunas y después todos desde sus casas, algo nunca antes visto.
El Clausura 2020 tuvo su banderazo de salida el sábado 11 de enero y desde ese día se disputaron 15 jornadas; sin embargo, la propagación del nuevo coronavirus obligó a la suspensión del campeonato el 17 de marzo. A partir de ahí comenzó un largo bache sin las emociones del fútbol tico, de al menos ocho largas semanas.
Dentro de ese lapso de tiempo los doctores de los doce clubes de la Primera División unieron fuerzas y crearon la Comisión Médica de la UNAFUT. Diseñaron un protocolo sanitario para volver a los entrenamientos grupales, así como para la reanudación del fútbol.
Poco a poco se fueron disipando los casos del nuevo coronavirus en Costa Rica, eso le dio apertura al Ministerio de Salud a reactivar las actividades deportivas de alto rendimiento, aprobaron el protocolo y los jugadores volvieron a los entrenamientos el 1 de mayo; no obstante, el martes 19 de ese mes se reanudó el certamen con muchas medidas sanitarias y sin público en las tribunas.
Los clubes también se las ingeniaron para atraer a sus aficionados y patrocinadores con diferentes estrategias dentro de sus estadios. Como las figuras de cartón con fotografías de sus seguidores en las tribunas; una pantalla grande con personas conectadas desde sus hogares; sonidos grabados de los aficionados en los parlantes, entre otros.
Se pudo finalizar la fase regular del Clausura 2020, que consta de 22 jornadas, el pasado 10 de junio: dejó al equipo descendido (Universitarios) y hubo una fuerte lucha por el cuarto lugar. Después se jugaron las semifinales entre Cartaginés vs. Deportivo Saprissa y Alajuelense vs. Herediano. Además, una fuerte lucha por el liderato del goleo entre Marcel Hernández y Christian Bolaños, con 17 y 18 anotaciones respectivamente.
Pero los clubes que lograron triunfar fueron Alajuelense y Saprissa, y tendrían su primer pulso en la final este domingo, pero las autoridades sanitarias confirmaron un aumento considerable de casos confirmados por COVID-19 (coronavirus) en Costa Rica y decretaron la suspensión de las actividades deportivas de forma indefinida.
Después de ese nudo, este sábado la luz volvió a iluminar al balompié costarricense, pues confirmaron que la suspensión de la final del Clausura 2020 sí se reprogramará para el miércoles 24 y domingo 28 de junio, es decir, no se declarará como ‘desierto’ el torneo tras algunos rumores que se generaron.
Nuevamente la incertidumbre se apoderó de los aficionados e incluso de las autoridades. El Ministro de Salud, Daniel Salas, sostenía que la suspensión era de forma indefinida; Rodolfo Villalobos, presidente de la FEDEFUTBOL dijo que se mantendrían pacientes y, Julián Solano, jerarca de la UNAFUT, aseguraba que se reprogramaba la final.
Aunado a ello, en caso de que Alajuelense obligue a Saprissa a disputar una gran final, se estaría llevando a cabo el miércoles 1 y concluiría el domingo 5 de julio, fecha límite que estableció la Concacaf para dar por finalizado el Clausura 2020.
Be the first to comment