En una base de reclutamiento militar en Estados Unidos, un capellán llevó a 157 soldados al bautismo, con el que muchos expresaron estar emocionados de iniciar una relación con Cristo.
Logan Lair, un capellán destacado en Fort Leonard Wood, Missouri, acompaña a los nuevos soldados del ejército de Estados Unidos en su proceso de entrenamiento. La capellanía ofrece estudios y servicios bíblicos los domingos, así como orientación y asesoramiento espiritual. Durante el mes de julio, 84 graduados fueron bautizados, mientras que en agosto de este año la cifra ascendió a 73.
“Los pasantes normalmente están muy ansiosos por aprender sobre espiritualidad”, dijo Lair a Baptist Press. “Es fantástico ver crecer su fuerza espiritual a través del entrenamiento básico. Es una bendición increíble para mí como capellán poder ver de dónde vinieron estos graduados y luego ver hacia dónde se dirigen”, agregó.
El capellán informó que la instalación recibe anualmente nuevos soldados, provenientes del alistamiento castrense, inmediatamente luego de completar sus estudios de educación secundaria. “No hace falta decir que el entrenamiento básico es estresante. Un pasante termina la escuela secundaria, tal vez uno o dos días después se sube a un autobús para ir a una base militar. Tan pronto como bajan del autobús, se encuentran con sargentos instructores, estructura del ejército y disciplina”, explicó Logan.
Logan afirma que el entorno de alta presión provoca que muchos soldados busquen la ayuda de Dios. “El capellán juega un papel muy importante en todo esto porque creamos un lugar seguro para que el interno se desahogue. A menudo estas conversaciones son espirituales. Como capellán veo muchas lágrimas, llevo pañuelos en mi uniforme y suelo consumir alrededor de un paquete al día”, relató.
El líder pudo presenciar personalmente cómo Dios estaba actuando en el ejército estadounidense. Señaló que los bautismos eran solo una muestra del excelente trabajo que los capellanes del Ejército estaban llevando a cabo en todo el país. “Mis compañeros, otros capellanes, están haciendo cosas maravillosas en otros puestos, con historias similares. Es una absoluta bendición para cada uno de nosotros. Es un trabajo de equipo”, finalizó.
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