Infiltración de Irán en Latinoamérica

Agencia Externa

Sin importar la distancia geográfica ni la lejanía cultural, Latinoamérica se ha convertido en un punto estratégico para la expansión internacional de Irán. La cercanía con los Estados Unidos y los movimientos sociales que han impulsado al poder a los gobiernos de izquierda en los últimos años, son algunos de los factores que han contribuido para que esta región se convierta en un objetivo para la revolución iraní.

“Para Teherán, Latinoamérica es una prioridad internacional y desde mediados de los años 80, su penetración en el continente americano ha sido cada vez mayor”, señaló un estudio de finales de 2022 del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE).

El interés de Irán por Latinoamérica ha sido evidenciado por diversas declaraciones del régimen iraní, quien en repetidas ocasiones ha hecho pública su amistad con algunos países de la región y ha manifestado su deseo de ampliar sus relaciones bilaterales.

El presidente iraní Ebrahim Raisi, durante su visita de junio de 2023 a Nicaragua, Venezuela y Cuba, hizo hincapié en su interés por ampliar sus relaciones en Latinoamérica. “Queremos incrementar y profundizar nuestras relaciones en todas las áreas políticas, económicas, culturales y en todos sus ámbitos, sobre todo en materia de ciencia y tecnología”, dijo tras el encuentro con su homólogo nicaragüense Daniel Ortega, señaló Voz de América.

Adoctrinamiento y asimilación  

El ancla de las relaciones de Irán con Latinoamérica data de 1979, con el estallido de la revolución, momento histórico en el que Cuba y Nicaragua estrecharon lazos ideológicos con Irán y por ende se consideran los pioneros de la expansión iraní en la región, según el IEEE. Desde entonces, las relaciones entre Irán y la región se han intensificado a través de diversas estrategias de penetración que ha implementado Teherán.

Para Joseph Humire, experto en seguridad global y director ejecutivo del grupo de expertos del Centro para una Sociedad Libre y Segura, estas infiltraciones se podrían dividir en dos fases, principalmente.

Humire llama a la primera  “adoctrinamiento”.  Bajo el supuesto de intercambios comerciales y culturales, Irán infiltró espías y otros actores subversivos en toda la región, quienes se encargaron de organizar redes de inteligencia. A través de esta estrategia, dice el experto, “Teherán se abocó a entender factores políticos, poblaciones, sociedades locales, y tendencias socioeconómicas y demográficas predominantes, para encontrar la mejor forma de influir en Latinoamérica en favor de la revolución iraní”.

Las consecuencias de estas infiltraciones son reflejadas en el estudio publicado por el IEEE, al señalar que a principios de los 1990 la presencia de Hezbolá se extendió rápidamente a través del “reclutamiento y posterior entrenamiento de ciudadanos latinoamericanos para cometer atentados terroristas”, como por ejemplo el atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, y el ataque terrorista que sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994.

La segunda fase es la “asimilación”. Tiene lugar con la llegada al poder de Mahmoud Ahmadinejad en 2005, quien intensificó la voluntad de Teherán de expandir su ideología en Latinoamérica. “Una vez que la presencia informal de Irán en Latinoamérica tiene suficiente influencia, se utiliza para reforzar su presencia diplomática formal, para obtener un mayor acceso a las élites políticas y económicas del país. Irán aprovecha esta influencia para establecer empresas fachada, que sirven como conductos para sus programas nucleares de misiles encubiertos”, explica Humire.

El apoyo que Irán recibió del ahora difunto Hugo Chávez fue pieza clave en esta fase. A través de Chávez Irán aumentó significativamente su presencia en la región, ya no sólo a través de influencia ideológica sino también militar. Según señaló la investigación del IEEE, Irán es el segundo socio comercial de Venezuela y socio observador de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Además, sus vuelos directos a Venezuela son la puerta de entrada de los iraníes a Latinoamérica.

En otros países como Nicaragua, Cuba y Bolivia, Irán también ha mostrado cierto nivel de éxito, dijo Humire, siendo Bolivia donde ha penetrado con mayor intensidad en los últimos años. “Probablemente sea Bolivia en donde Irán haya logrado mayores avances en Latinoamérica, ya que logró progresar con éxito a través de las diversas etapas de infiltración estratégica, en consonancia con el ‘proceso de cambio’ (promesas de cambios sociales, culturales, económicos y políticos) del régimen de Evo Morales”, explicó Humire.

Expertos aseguran que el objetivo de Irán es seguir obteniendo acceso a la región y coordinar el movimiento de personas y materiales, mediante prácticas logísticas vagas. Para los analistas, Irán seguirá buscando expandir su influencia en Latinoamérica a través de actividades ilícitas, desinformación, discursos de odio e incluso nuevos ataques terroristas. Por lo tanto, advierten sobre la importancia de difundir cautela en los países de toda la región a la hora de hacer negocios con Irán.

Advertencia: riesgo de penetración militar

Las actividades de Irán en Latinoamérica preocupan también por su alcance militar. A mediados de 2021, se encendieron las alarmas cuando se dio a conocer la presencia de dos barcos de guerra de Irán en el Atlántico Sur, y cuyo destino sería Venezuela según había informado Teherán, publicó el portal de noticias CNN en español. Para Humire esto significó “una muestra no muy sutil de que la República Islámica considera a Latinoamérica un escenario estratégico importante, digno de operaciones militares avanzadas”.

Según el experto, por mucho tiempo Irán se sintió en desventaja con los EE. UU. por su lejanía geográfica. “Se acerca el día en que Irán habrá disminuido esta desventaja para convertirse en una amenaza de mayor envergadura en el hemisferio occidental”, concluyó Humire.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*