La Asociación Evangelística Billy Graham (BGEA) organiza en Berlín, del 27 al 30 de mayo, el mayor encuentro de evangelización cristiana en Europa en los últimos 25 años.
Más de mil pastores y líderes de 55 países y territorios se reunirán para la Conferencia Europea de Evangelismo, en un contexto donde la iglesia enfrenta crecientes desafíos y cierre de congregaciones.
El evento marca un regreso histórico a Berlín, ciudad donde Billy Graham celebró el primer Congreso Mundial de Evangelismo en 1966. Franklin Graham, presidente de la BGEA, subraya que el tema central es Romanos 1:16.
Graham enfatiza la urgencia de predicar el evangelio completo, incluyendo la muerte, sepultura y resurrección de Jesús. “No tenemos por qué avergonzarnos de ello. Tenemos que enseñar todo el evangelio y Dios lo bendecirá”, afirma.
El líder destaca que, pese a la guerra y la oscuridad espiritual en Europa, el evangelio sigue siendo más poderoso que cualquier conflicto. El objetivo del congreso es “encender una llama en Europa” y motivar a las iglesias a ser valientes y no avergonzarse del mensaje de Cristo.
Graham reconoce que alrededor de mil iglesias en Alemania cerraron el año pasado, lo que hace aún más necesario este impulso para la misión evangelística.
La conferencia contará con la participación de iglesias de Ucrania y Rusia, mostrando que el evangelio trasciende divisiones políticas y sociales.
“Queremos que la gente sepa que hay esperanza”, señala Graham, resaltando la unidad en torno a la fe a pesar de las diferencias nacionales.
Franklin Graham, con 73 años, afirma que no piensa rendirse en la tarea de proclamar el evangelio. “La mies está lista, pero los obreros son pocos. Así que tenemos que trabajar más duro… Seguiré adelante mientras tenga la fuerza y la salud para hacerlo”, declara, animando a las nuevas generaciones a continuar la labor evangelizadora.
Este evento refleja la importancia de mantener viva la pasión por compartir el evangelio, incluso en tiempos de dificultad y oposición. La fe llama a no avergonzarse del mensaje de Cristo y a confiar en el poder transformador de la Palabra de Dios.
La convocatoria en Berlín es un recordatorio de la necesidad de unidad, valentía y perseverancia en la misión. Oremos por Europa y por los líderes reunidos es clave para que el fuego del evangelio siga ardiendo y llevando esperanza a un continente que necesita redescubrir la luz de Cristo.
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